Este gobierno es como la
cerveza: pura espuma…
Su revolución del socialismo del siglo XIX ha resultado ser la robolución del siglo XXI o, peor: castrocomunismo puro. Comenzó predicando grandes cambios y lo único que ha hecho es cambiar nombres, expropiar empresas, incrementar la corrupción, polarizar la población y otras desgracias más. O sea, la decadencia ha sido su huella, como Atila. Y, de paso, con mentiras.
Afortunadamente, nada dura para siempre, salvo Dios. Y hoy tenemos un gobierno que está colgando de un hilo.
Antes, cuando todavía éramos inocentes, este régimen disponía de 4 hilos de solidez y estabilidad en su gestión, más por promesas o, mejor dicho, por mentiras, que por otra cosa: el apoyo popular, la Asamblea Nacional rojo-rojita, el dinero de Pdvsa y las Fuerzas Armadas. Hoy le queda un solo hilo: las Fuerzas Armadas, después de ocasionar el desengaño de la población; de perder el control absoluto de la Asamblea Nacional, que ahora es compartida con diputados de la oposición; y de raspar la olla de Pdvsa.
Es de tal magnitud el desengaño de este pueblo manipulado por el chavismo, que los venezolanos realizaron 3.114 protestas contra el Gobierno durante el año 2010. Provea. Y ya van 2.067 en estos 6 primeros meses del 2011 o sea: unas 736 protestas más que en el 2010. Más o menos: unas 14 protestas diarias. Adicionalmente, los resultados negativos de las encuestas son fuertes dolores de cabeza en los chavistas radicales, que son los pocos que quedan. Por ejemplo, la encuesta de Keller y asociados, realizada desde el 19 de mayo hasta el 3 de junio del 2011, en 61 poblados del país con 20 mil y más habitantes, revela que Chávez tiene un rechazo del 53%; 41 % de respaldo y 9% indecisos. El 50% opina a favor del cambio de gobierno; el 41% desea continuar con el mismo guaguancó, en el estrato económico E o de bajos ingresos; y el 9% indeciso. Afortunadamente, el 88% desea el cambio de gobierno por la vía electoral, el 7% por intervención militar, y el 5 % indeciso. De paso, el 76% desea un gobierno civil; el 17% militar, y el 7% indeciso. O sea: los venezolanos están hartos de este gobierno ineficiente, mentiroso, corrupto y abusivo contra la Constitución, la libertad y la democracia, y desea un cambio electoral hacia un gobierno civil.
Pero la cosa se le pone más chiquita a este gobierno con la enfermedad de su único líder; en parte por ocasionar su inhabilitación política, por salubridad, y en parte por crear una crisis de liderazgo. Por esa razón, algunos sublíderes ya se están agarrando por las mechas para heredar el poder, como que si el poder en Venezuela fuese adquirido por herencia. Se incluye al hermano de Chávez, Adán, quien, por cierto, ha mencionado el uso de la fuerza, recurso que les queda, para conservar el poder. Viejos tiempos de caudillismo. Este señor ignora, por supuesto, la revolución de las masas en Túnez, Egipto, Libia, Siria, Yemen y otras que están en la lista, por pérdida del miedo de la población ante las dictaduras.
De todas maneras, a pesar de tener un solo hilo en su gobierno, los chavistas todavía tienen una esperanza: que el regreso de Chávez sea como la segunda venida de Cristo, para salvar su robolución. Yo te aviso chirulí. Lo que no saben es que este pueblo desengañado aprendió la indolencia del castrocomunismo y ha ensayado una canción de bienvenida que dice: No estaba muerto: estaba de parranda.
Cantemos.
Por: FRANCISCO RIVERO VALERA
OPINIÓN | EL UNIVERSAL
riverovfrancisco@hotmail.com
viernes 1 de julio de 2011