Pero se siente como si fuera
Pastor Maldonado en teatros
Luis Chataing exporta su clase. “Uno tiene que saber cómo cabalgar a la audiencia”
El locutor y humorista lleva a Bogotá su segundo monólogo. Si me permiten, con el que pone a prueba su capacidad de improvisación. En el Teatro Luisela Díaz, la presentación número 55 de su segundo monólogo.
Aunque no es piloto de Fórmula Uno, Luis Chataing se siente como si fuera Pastor Maldonado cuando está detrás de la cortina de los teatros, a la espera de comenzar otra función de Si me permiten, el segundo monólogo que escribió, animado por el éxito de Ahora me toca a mí. Dice que es en ese momento cuando afina el oído, pendiente de no salirse de las curvas, de mantenerse en la pista, que en su caso son las risas que escucha del público que está en la sala.
Esa es su manera particular de medir el ánimo de la audiencia: “Antes de empezar el show, proyectamos un cortometraje de 16 minutos de duración. Si las carcajadas son débiles, entonces hago una entrada más violenta, rápida, interactiva; de lo contrario, empiezo más tranquilo”.
El conocimiento que tiene de los espectadores lo ha cultivado en los últimos tres años. No sólo le ha servido en el país, sino también cuando se ha presentado en Estados Unidos, España, Canadá y Panamá. La próxima semana, específicamente el miércoles, lo pondrá a prueba en Bogotá, Colombia, en la función que ofrecerá en el teatro del Gimnasio Moderno.
“Tengo un esqueleto general del monólogo, pero siempre lo modifico. Por ejemplo, hay chistes que funcionan hoy en Caracas, pero si los repito mañana, en el mismo lugar, puede ser que no tengan ningún efecto. Uno tiene que saber cómo cabalgar. Hay veces que hay públicos que están colectivamente adormecidos”, señala.
Para despertar a esa audiencia, el animador tiene una solución: “Soy un tipo muy gruñón. La gente me dice que no regañe al público, pero yo sí lo afronto. Si hay un chamo que está mal sentado en la primera fila, le digo algo, o si veo a alguien pendiente del celular.
Al final siempre terminamos riéndonos”.
La presentación del monólogo en Colombia es una estrategia para acercarse a otras audiencias. La intención es que no sólo lo vean los venezolanos que viven en el extranjero, sino también los naturales de cada país que visita. “Una de las cosas más interesantes es encontrarme con mis coterráneos, porque es un público añorado. Pero también está la emoción y la adrenalina de estar al frente de nuevos espectadores que ponen a prueba mi capacidad de improvisación, que es una de las cosas que más me gusta”.
Mañana, Chataing celebrará la función número 55 de Si me permiten en la sala del Teatro Luisela Díaz. Además de los shows en Caracas y en el interior del país, tiene pautadas presentaciones en Estados Unidos (Miami y Houston) para octubre.
“Cerca de 30.000 espectadores han visto este monólogo. Espero seguir este año y el próximo con la obra. He tenido la fortuna de prácticamente agotar las funciones. Estoy muy contento. Escribo todos los días, anoto cosas que me pasan por la mente. La pieza se va recomponiendo en el tiempo, y eso es fantástico porque no se agota”.
Además, Chataing escribe semanalmente una columna en el diario El Nacional y se mantiene de lunes a viernes al frente de los micrófonos del espacio radial De Nuevo en la Mañana, por La Mega. A pesar de que tiene el tiempo ocupado y de que el cansancio se le nota en los ojos, el animador quiere explorar otra faceta: “Estoy convencido de que quiero hacer una película. Me han invitado a participar en papeles pequeños, peun guión y protagonizar la cinta. Quiero meterme seriamente a eso, a buscar el financiamiento.
Las cosas nuevas siempre me entusiasman”.
Por: ANDREÍNA MARTÍNEZ SANTISO
anmartinez@el-nacional.com
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