“Adoctrinamiento socialista militar
antiimperialista y subversivo…”
Si algo tienen en común el gobierno del cocalero Evo Morales y el del comandante de la revolución venezolana es la torpeza con que manejan sus relaciones internacionales. Nadie, al parecer, le informó al Presidente boliviano que su gran invitado a la inauguración de la Escuela de Defensa del Alba en Santa Cruz, el ministro de Defensa de Irán, cuenta con un prontuario que le ha merecido estar en la lista de solicitados por Interpol ante el mundo.
Increíble, pero cierto: a los acólitos de Morales se les pasó por alto que Ahmad Vahidi está acusado de ser uno de los autores intelectuales del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994 en Buenos Aires, que dejó 85 muertos. Y así fue como le invitaron a la inauguración de la nueva escuela que se encargará de formar el ejército antiimperialista del Alba, en un acto en el que el Presidente boliviano estuvo acompañado de su par venezolano, el ideólogo del proyecto. Les tocó, pues, a los bolivianos, pedirle al funcionario de Ahmadinejad que abandonara el suelo boliviano al término de la distancia, de manera de poder anunciar por la prensa que el invitado había sido expulsado del país, para así presentar las excusas de rigor a Argentina.
La afrenta del Presidente boliviano impacta no sólo al pueblo argentino. La iniciativa venezolana de escuela de defensa se topa con otro esfuerzo militar continental ya andando dentro del marco de Unasur, el del Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa. La diferencia entre ambos es que el proyecto boliviano y venezolano, secundado por Ecuador y Cuba, sí está claramente orientado a enfrentar a Estados Unidos, mientras que el de Unasur tiene una vocación continental.
¿Torpeza o alevosía? Sería bueno encontrar una explicación razonable. La puntilla que le faltaba a las crecientes tensiones de Bolivia y Venezuela con Estados Unidos acaba de ocurrir al ser abonadas sustancialmente las fricciones bilaterales con la puesta en funcionamiento de un centro de formación militar antiimperialista financiado con los dineros venezolanos: 1.800.000 dólares que fueron agradecidos efusivamente por la ministra de Defensa boliviana, María Cecilia Chacón, en el acto de lanzamiento.
Este centro de formación doctrinaria se orientará, así lo piensan muchos en Bolivia, a impartir adoctrinamiento socialista subversivo y alimentará el odio antiamericano. El episodio ha pasado desapercibido por los venezolanos ante la trascendencia de la repentina dolencia que mantiene al Presidente en Cuba.
Quienes no lo considerarán un evento banal son los que dedican lo mejor de sus estrategias militares externas a combatir el terrorismo mundial: Estados Unidos.
Por: BEATRIZ DE MAJO
Política | Opinión
EL NACIONAL