“En la Patria antes del Socialismo llegó la Muerte..”
En lo más alto de los edificios públicos del gobierno central, se exhibe la frase: Patria, Socialismo o Muerte; pero al mismo tiempo, desde los más oscuros espacios subterráneos, la delincuencia no sólo está causando daños a la familia venezolana, sino que está contribuyendo a deslegitimar las instituciones del Estado y perder la confianza en el sistema de gobierno que se ofrece. Debemos entender que la violencia y el delito generan muerte y la muerte no genera ganancia.
Es necesario que reflexionemos. Son muchos los factores, las causas que originan el delito. Es necesario que todos los venezolanos hagamos nuestras las palabras del Gobernador del Zulia, Pablo Pérez: “No politicemos el problema delictivo”. Éste es un problema de todos, debemos accionar a favor de la vida y no de la muerte. Se requiere la participación urgente de las academias, de la Iglesia, los colegios profesionales, sociólogos, expertos nacionales e internacionales en criminología y en criminalística, todos los niveles de gobierno y nosotros los ciudadanos comunes debemos ofrecer nuestro aporte. ¡Ya basta!
El país se ha llenado de violencia y nos hemos convertido en caldo de cultivo para el delito. Este período de belicosidad, debe ser abordado con sabiduría y con sensatez. Entendemos que quienes asumen la propuesta de cambios revolucionarios, confiesan el criterio que deben ser radicales y profundos, han de percibirse como súbitos y violentos y que generen una ruptura del orden establecido, pero se corren estos riesgos de que el delito enarbola también su bandera y apunta para que el delincuente se convierta en un político o un hecho político. ¡No!. El delito es un problema social y debemos abordarlo como tal. Por eso consideremos que las palabras de Pablo Pérez deben ir por delante.
Ojalá y logremos una disposición política. Digo logremos, porque éste es un problema de todos. Los ciudadanos tenemos la percepción de que el sistema judicial está secuestrado y colapsado y que la ciudadanía se encuentra bajo permanente asedio del hampa, nos tienen contra la pared a ricos y pobres, al proletariado y a la burguesía. Ambos estamos perdiendo nuestra mayor riqueza: la vida. Desde este humilde espacio le envío un mensaje a nuestra querida y apreciada profesora y criminóloga, Lolita Aniyar de Castro, para que intente una conversación con Hugo Chávez y Pablo Pérez; y luego, todos logremos una gran cruzada contra el delito en todas sus dimensiones. Disculpe profesora por el abuso, pero Venezuela se lo agradecerá.
Ya vemos que la Organización de Estados Americanos (OEA) trata esta semana un acuerdo para mejorar la seguridad ciudadana en el hemisferio y los Estados miembros buscan una cooperación real para luchar contra el tráfico de drogas y de armas, el lavado de dinero y la delincuencia organizada. Aquí en Venezuela hay una multiplicidad de elementos que se relacionan en el campo delictivo: la impunidad, la corrupción, la pobreza y el abandono social. Además, Venezuela se ha convertido en uno de los principales puntos de paso de la droga hacia Europa, según la Junta Internacional de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Todo esto me trae a la memoria una visita que hicieran hace tiempo a Venezuela dos periodistas colombianos que laboraban en el diario El Tiempo de Bogotá y en el Banco Ganadero de Colombia. Ellos me preguntaron que cómo se había hecho en Venezuela para acabar con la guerrilla en la década de los 60. Yo les conté que la Reforma Agraria hizo estragos entre los guerrilleros, porque los campesinos que habían sido grandes aliados en la lucha armada, comenzaron a recibir tierras y créditos, y exigían que cada vez se alejaran más de ellos porque su cercanía los perjudicaba. Uno de los periodistas me miró y me dijo: “entonces nosotros nos jodimos, porque quien reparte los créditos en Colombia es la Caja Agraria y está en manos de la guerrilla”. Ahora nos toca preguntarnos en Venezuela: ¿quién reparte las armas?
Por: Lenín Valero
Periodista leninvalero1@hotmail.com
@valeromarquez
