“El volver de las alpargatas
el conuco y la siembra…”

Mi comadre Petra María que tiene una finquita por Clarines me ofreció unas matas de topocho, yuca, verduras varias y otras plantas frutales como la guayaba y la lechosa, a manera de regalo, para sembrar un terrenito que tengo en la vía de Aguas Calientes. Yo le dije que con gusto las buscaba porque además pensaba comprar unos conejos, codornices, pavos y pollitos de engorde para criarlos como negocio y para el consumo de mi familia, que está regada como fruta silvestre desde Carúpano hasta Boca de Uchire.

A cambio, le voy a llevar unos hermosos cocoteros enanos que dan una agua muy dulcita como el vino, los cuales se me han dado muy bien, frente a la playa Uchireña y con cuya carne se hacen unas espectaculares conservas, las cuales alegran la vida a los tripones y dan encanto a las horas de ocio: Entonces, también debo darle el conocimiento para elaborar la dulcería, es decir el know how.

La razón del entusiasmo por volver a las costumbres de vida y siembra –que tenían mis abuelos en Mariguitar, a principios del siglo xx- es muy elemental, a pesar que desde hace tiempo le veníamos dando vuelta al asunto: Y es que el aviso enviado por Estados Unidos a Pdvsa y de Perogrullo a todos los venezolanos, es que nos pongamos las alpargatas porque lo que viene es joropo, como respuesta a las relaciones que lleva el presidente con sus amigos majunches y mala conducta; quienes tienen fuego en la lengua y pretenden llevar la vida en medio de dictaduras, violación a los derechos humanos y una carrera atómica entre amenazas diversas como borrar del mapa a Israel.

¿Qué se podía esperar de esas amistades tan raras? Misia Elena es la culpable por no advertir a tiempo a su maraco de aquel refrán que dice “dime con quien andas y te diré quien eres”. Y ahora resulta, que estamos en el precipicio de la falta de ingresos, si al hijo de misia Elena , se le ocurre no vender petróleo al Imperio y lo cual traería una vuelta a los años treinta como si fuésemos una Cuba bloqueada en medio de una revolución “pasa hambre” y llena de necesidades bajo el yugo del clan Castro. Entonces, hay que apertrecharse de herramientas y aprender de todo como construir casas de bahareque; hacer queso, casabe, bebidas fermentadas, corte y costura, peluquería y cuanto oficio facilite la vida, porque aquí dependemos del petróleo como el bebe a la teta; descubriendo que la soberanía alimentaria y cuanta habladuría despotricada previamente hasta la saciedad, era puro gamelote.

Mi comadre Petra María dice que bastante tiempo ha pasado desde que el presidente le gritaba “diablo” a Bush y lo habían dejado tranquilo, pero si algo tiene esa potencia es que cobra; sin embargo, está segura que el presidente se morderá la lengua. Yo por mi parte, le dije que también pretendo asociarme con un ahijado, que hace alpargatas por Píritu, para confeccionarlas de buena calidad, coloridas, tanto para el uso diario como para los domingos, porque estoy seguro que ese negocio será como echar un tiro al piso, ¡Arpa, maestro!

Por: Luis ALFREDO RAPOZO
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