Férreo racionamiento de alimentos
al mejor estilo de vida en Cuba
El “Comandante – Presidente”, sin el menor pudor, amenaza a los supermercados privados con expropiarlos como si se trataran de comercios de su propiedad.
Repite una conducta que comenzò con las haciendas productivas del país, siguió con las empresas petroleras, despuès los bancos, luego los edificios y ahora cualquier cosa que le incomode es objeto militar, de apropiación por parte del gobierno nacional, como si se tratara de trofeos de guerra.
En cualquier momento, mes, sin importar que sea diciembre o un día sagrado, la gente puede escuchar esa especie de vergonzoza “santa palabra” que viola los derechos de propiedad de los ciudadanos venezolanos y, por ende, la Constitución Nacional: “exprópiese”.
Sin miramiento alguno le ordena a la Fuerza Armada Militar que se apoderen de la empresa y entonces los dueños quedan completamente indefensos porque la justicia no funciona o se consolida la situación de injusticia en la Venezuela actual, donde el castro comunismo dirige los destinos del país.
Le toca el turno a los supermercados privados ante la incompetencia del gobierno nacional de producir y distribuir alimentos en redes creadas como Mercal y Pdval donde la corrupción hiede como las 150 mil toneladas de alimentos podridos y encontrados en los principales puertos del país el año pasado.
El trasfondo del asunto que ahora roza a los supermercados es, como afirma la diputada Nora Bracho (Zulia), la existencia de un “gran mercado negro de alimentos”, propiciado por el propio gobierno nacional, que enriquece a altos funcionarios y sus amigos, en perjuicio de los venezolanos, quienes nunca encuentran productos clave como la leche, el azúcar, la harina pan, el aceite y otros bienes esenciales.
El gran drama que viven los venezolanos – de todos los estratos – es el férreo racionamiento de alimentos al mejor estilo de Cuba, faltando sólo la célebre “Libreta de Alimentación o de Racionamiento” (existente es esa mal llamada por Hugo Chávez, “el mar de la felicidad”), para calcar a la perfección la triste realidad del pueblo cubano.
La corrupción de Pdval, de Mercal, el fracaso de la polìtica de expropiación de haciendas, de las empresas productoras de alimentos y de las compañías distribuidoras, tratan de achacárselo ahora a los supermercados privados, tildándolos de acaparadores, cuando el gobierno nacional conoce perfectamente todas las rutas por donde sale la mercancía hacia los países vecinos, naciones donde si se encuentran en cantidades abundantes productos marca “Hecho en Socialismo Venezolano”.
El otro propósito que encierra el ataque de “exprópiese” contra los supermercados y en especial las cadenas de supermercados, es reducirle las opciones de bienestar socioeconómico a la denominada clase media, esa que constantemente recibe disparos de distinto calibre por parte de Chávez y su gobierno para tratar de borrarla y asemejarla con la clase humilde.
Atacar a la clase media tiene por gran objetivo del chavismo intentar someterla, hundirla cual Titanic, a través del estómago, como una vez dejó entrever el hoy ministro de Planificación, Jorge Giordani, siguiendo los consejos del dictador Fidel Castro.
La trágica idea es obligar a la clase media a depender del Estado y sus dádivas para así obligarla a votar por “Mi Comandante – Presidente”, pero se llevarán la gran sorpresa en el 2012 porque como Manuel Rosales vaticina en mi libro “Firme y Claro”, los chavistas no votarán por Chávez sino por la candidatura unitaria, compacta y electa en las primarias del 12 de febrero del 2012.
Por: Exequíades Chirinos
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Twitter: @exequiades
18 Mayo, 2011