“no ver, no oír, no decir”
La finalidad de realizar estudios batimétricos se centra en actualizar la capacidad hídrica de los embalses Burro Negro y Machango, además de medir los volúmenes de materiales sedimentados, dado que estos últimos influyen de diferentes maneras, todas preocupantes, tal y como lo sostiene el investigador en materia hidráulica, Lenin Sepúlveda, bien sea por “depositación de sólidos en los embalses con la consiguiente disminución del volumen útil y obstrucción de tomas, estaciones de bombeo, descargas de fondo”. Pero mas que eso, a la preocupación de los gobernantes, entre otros.
También es probable que afecte “la calidad de agua, en el aspecto operativo de las plantas de tratamiento”, trayendo consigo “el desgaste de las conducciones, estructuras y abrasión de la maquinaria hidráulica”.
En la misma dirección, se puede agregar “la degradación en el cauce de los ríos por efecto de la descarga de agua con mayor capacidad de arrastre de sólidos, generando serios problemas en la operación de la central hidroeléctrica”.
Otro factor de peso es “el impacto ambiental causado por los sedimentos acumulados en los embalses”.
Por lo tanto, tomando en cuenta los efectos descritos, es preciso estimar la vida útil de los embalses y el tipo, magnitud y variación del transporte de sólidos por las corrientes de agua que llegan a las represas, a fin de planear las medidas de control de erosión y anticipar los efectos.
Valiéndonos de que nuestro principal problema es la escasez de agua en la Costa Oriental del Lago, vital liquido que proviene de las represas Burro Negro y Machango, el ambientalista Riberg Díaz, miembro de la Fundación Ambientalista Hábitat, refiere que “si el embalse no se cuida… le quedan cinco años de vida”.
Si retomamos la historia, el embalse Burro Negro se construyó durante los años 1958 al 1960, constituido como el principal reservorio de agua que abastece los municipios de la Costa Oriental del Lago.
Dado a la magnitud de su importancia, la capacidad de almacenamiento es de 76 millones de metros cúbicos y posee una superficie de 1000 Hectáreas, teniendo como fuente de abastecimiento a Río Chiquito y Río Grande, proveyendo de agua cruda a la Planta Potabilizadora “Pueblo Viejo”, la cual abastece de agua potable a los municipios Santa Rita, Cabimas, Simón Bolívar y Lagunillas.
Por otro lado, el embalse Machango surte a los Municipios Valmore Rodríguez y Baralt, siendo más nuevo en construcción comparado con el anterior, durante los años 1985 y 1988, representando uno de los reservorios de agua dulce más importante de la Costa Oriental.
Embalse significativo con capacidad de almacenamiento de 109.3 millones de metros cúbicos y una superficie de 1.180 Hectáreas, la cual su fuente de abastecimiento es el Río Machango, suministrando de agua cruda a la Planta “General en Jefe Rafael Urdaneta”, para luego ser distribuida como agua potable a las poblaciones de Bachaquero, Mene Grande, Pueblo Nuevo, El Venado, entre otras.
Ante tales envergaduras, el diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia y ex alcalde de Santa Rita, Alenis Guerrero manifestó, en conversación con los periodistas que hacen vida en la región zuliana, que la escasez y turbiedad del agua obedece a la gran cantidad de sedimentos que se encuentran depositados en los embalses, además de “la desinversión, negligencia y la incapacidad de la gerencia de Hidrolago en el Zulia”, asegurando que no existe un programa de inversión y mantenimiento por parte de la Hidrológica.
Sin embargo, en qué año el presidente de Hidrolago, Freddy Rodríguez, dijo que “definitivamente el problema de escasez de agua en la Costa Oriental del Lago va a ser solventado”, lástima que el sitio Web oficial del organismo donde aparece esta promesa no tiene data o quizás sea a propósito para no dejar secuelas, sin embargo, como periodista de la fuente comunidad, para el momento en que aseguró tal aberración, fue para el año 2008, donde además alegó la ampliación de la Planta de Machango, en su inicio con “17 kilómetros de tubería que va desde Machango a Pueblo Viejo para incorporar unos 1200 litros mas por segundo al Sistema”.
Que casualidad, para esta fecha, específicamente 23 de noviembre de 2008 se realizaron las regionales, donde se escogieron gobernadores, alcaldes y legisladores de los consejos legislativos estadales; indistintamente de quienes se hicieron ganadores o de quienes resultaron electos por el pueblo, las promesas se hicieron sentir por parte de las instituciones oficialistas todas compradas ideológica, económica e idiotizadamente por el Gobierno Central con el objeto de apropiarse del voto de los electores desesperados por el padecimiento del vital liquido en la COL.
No obstante, en la actualidad, de nuevo las promesas políticas rondan el ambiente al hacerse eco en el otro bando mejor conocido como la oposición, encabezado por el Gobernador del Estado Zulia, Pablo Pérez Álvarez, quien en el año 2009 se comprometió públicamente a realizar en su gestión los estudios batimétricos con la finalidad de darle solución a la escasez de agua en la COL.
Como una luz en el camino, aunque no es competencia de la Gobernación del estado Zulia, el máximo rector de la jurisdicción regional autorizó los recursos para llevar a cabo el estudio de batimetría que permita conocer la cantidad exacta de sedimentación que existe en la represa y, a la fecha, tal aseveración es efímera porque la materialización de los recursos se aleja cada vez más ante el clamor del pueblo afectado.
Lo cierto de todo esto es que los políticos juegan con las necesidades de las personas y se las pelotean unos a otros, participando en el juego de la “papa caliente… el que se quede con la papa se quema”, o haciéndose cómplices y a la vez representantes de los tres monos sabios, Mizaru, Kikazaru, Iwazaru, nombres japoneses que significan “no ver, no oír, no decir” ante el padecimiento del pueblo que los eligió.
Texto: Andreína R. Oroño G.
@Rowina30