HomeElecciónesZenair Brito Caballero: Educación universitaria, empleo y movilidad social

Zenair Brito Caballero: Educación universitaria, empleo y movilidad social

“Es urgente aumentar la calidad
de la educación superior…”

 

Hay verdades incontrovertibles como aquella que dice: “Los estudios universitarios, además de ser reconocidamente el principal factor de desarrollo de los pueblos, son también la mejor vía para disminuir la inequidad social” En Venezuela el sistema de educación superior es discriminatorio porque hay dos sistemas educativos, el normal que va desde la educación inicial hasta el postgrado y el de las llamadas misiones creadas por el gobierno socialista comunista como un fin politiquero para ganar adeptos a sus fines demagógicos y elecciones.

En el país hay un poco más de 6 millones de jóvenes con edades entre los 17 y los 21 años; de estos, apenas un 35% adelanta verdaderos estudios superiores. Hay una importante mayoría que no accede a este nivel educativo; las causas son muchas, pero la de más peso es la procedencia social. La equidad no es sólo una cuestión moral es también algo que atañe a la racionalidad económica y tiene que ver con la necesidad de ofrecer IGUALDAD DE OPORTUNIDADES a la juventud para aprovechar sus talentos en beneficio de la sociedad. En nuestro país todo es una falacia, una demagogia, una manipulación de las emociones de los pobres.

En las universidades venezolanas hay dos grupos de alumnos bastante diferenciados: Los de estratos superiores con ingresos medianos y altos que estudian, la mayoría, en universidades públicas y privadas y los de estratos inferiores con ingresos medios bajos y bajos que, en porcentaje reducido, acceden a las universidades creadas por el gobierno como las aldeas bolivarianas o la llamada Universidad Bolivariana de Venezuela, donde desafortunadamente no hay la calidad académica suficiente, sino el populismo y el adoctrinamiento ideológico para atender una demanda que es creciente.

Además este sistema, así diseñado en forma paralela, sin un previo estudio científico para crear la llamada masificación escolar, niega la oportunidad del encuentro y de la interlocución entre jóvenes de distinta extracción social, en ese período de la vida en que todo ser humano está más dispuesto y abierto al intercambio y cuando podrían generarse ciertos niveles de confianza mutua que permitieran un mínimo de armonía y de convivencia social. Ese desencuentro es también un freno al desarrollo de oportunidades pero parece que no lo ve el llamado socialismo del siglo XXI.

Los jóvenes que no logran acceder a la educación superior son talentos desperdiciados, son el más valioso recurso que un país puede tener, representan el potencial indispensable para el logro de mejores resultados económicos y de bienestar general. Son casi 3 millones los jóvenes que deben conformarse con empleos informales u ocupaciones precarias, mal remuneradas, que aportan poco, que no garantizan estabilidad social ni familiar. Es por eso que en Venezuela la pobreza es hereditaria, no hay movilidad social, se nace pobre y se muere igual. Además la franja de las capas medias de la población se viene estrechando lo cual reduce el mercado interno y reduce también las expectativas económicas.

El empleo en una población con buenos estudios superiores que egresan de las universidades del sistema educativo normal o formal donde estudiamos ud como yo, como ejemplo UCV. UC, ULA,LUZ, UPEL, UDO, UNEG, ETC. es de mejor calidad, más estable, mejor remunerado, brinda estabilidad familiar, garantiza una mejor educación para los hijos, puede facilitar la movilidad social y ampliar la clase media con una buena capacidad de consumo que estimula la producción, eleva los niveles de crecimiento y permite sostener un proceso de desarrollo. Pero todo esto requiere de mucha innovación que no se da espontáneamente sino que se promueve a través de la investigación científica y del incremento del saber y esto lo sabemos como docente universitaria titular que hemos sido durante muchos años en pre y postgrado y solamente se da en las universidades formales del sistema educativo tradicional.

Todas las empresas sean agrícolas, pecuarias, industriales o de servicios necesitan renovar permanentemente sus procesos productivos, operativos y administrativos, para esto hay que manejar tecnologías de punta. Los mercados interno y externo son cada vez más exigentes, los consumidores también y sus preferencias cambian. Hay que estimular la creatividad, la imaginación y propender por la innovación transformadora a partir del manejo y aplicación de nuevos conocimientos y no solamente la masificación y la ideologización como se pretende con las aldeas y la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Es urgente aumentar la calidad académica de la educación superior en esas universidades que no pertenecen al sistema educativo tradicional, sino que son el producto de la improvisación de un gobierno para ganar votos, que según comentarios no es muy buena, para convertirlas en universidades modernas que tengan redes y contactos a nivel internacional como las tienen las públicas de toda la vida. Universidades dispuestas a aprovechar los talentos juveniles, que garanticen el acceso

equitativo a una amplia franja de jóvenes de todos los estratos sociales y que simultáneamente se comprometan a fortalecer al máximo la investigación y la innovación científicas, todo dentro de un entorno social y político adecuado.

La paz interna, la superación del conflicto es requisito indispensable para avanzar en un proceso de desarrollo. El drama actual del desempleo juvenil puede aliviarse con medidas de choque, siempre coyunturales, que no resuelven el problema. Sólo la educación superior de buena calidad como las tenemos como por ejemplo en nuestra Alma Mater la UCV tan maltratada y humillada en estos últimos días por motorizados y grupos delincuenciales, puede hacer viable un mercado laboral donde sea posible un empleo seguro y de calidad. Las soluciones baratas y fáciles que propuso el gobierno como las aldeas y la UBV no aportan nada solo un título con pocos conocimientos. Los jóvenes deberían comprender esto y plantear mayores exigencias y compromisos más serios a los FUTUROS candidatos que se lancen a presidente en el 2012, porque es así como se procede en una verdadera democracia participativa.


Por: Zenair Brito Caballero
britozenair@gmail.com
@zenairbrito