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El Editorial: ¿Policías buenas? Y policías malas

¿por qué el Gobierno insiste
en mentir y mentir…?

 

La intervención de la Policía Municipal de Chacao a petición de la diputada Cilia Flores pone al descubierto la manera vergonzosa como el gobierno bolivariano actúa con mentalidad de motorizado, valga decir, violando todas las leyes y normas establecidas para lograr sus objetivos. Veamos de qué manera la diputada rojita se despacha a sus anchas para hundir a este cuerpo policial que, dicho sea de paso, es uno de los más respetuosos de los derechos humanos, como lo indica el informe del viceministro de Interior y Justicia presentado el 5 de abril de 2010, además de que obtuvo un reconocimiento público en una rueda de prensa.

En primer lugar, la parlamentaria no puede darle órdenes directas a la Fiscalía General desde su curul porque la ley no la faculta para ello y, mucho menos, utilizar un video que ya estaba en manos del Ministerio Público para luego hacerlo aparecer como una prueba novedosa cuando no lo es en absoluto, según el testimonio del alcalde de Chacao, Emilio Graterón.

En segundo lugar, la señora Flores olvida que no le corresponde al Ministerio Público intervenir policías municipales, sino al ministro de Relaciones Interiores y Justicia, que luego de estudiar el asunto puede ordenar una “asistencia técnica”, que es lo previsto en este tipo de casos.

Y, en tercer lugar, sólo una ignorante de marca mayor puede acusar al gobernador de Miranda de ser el culpable de un hecho que ocurrió en Chacao, porque las policías municipales son autónomas del ejecutivo regional.

De manera que a la ignorancia de la ley, la parlamentaria del PSUV le agrega el uso indebido de su curul para presuntamente levantar falsos testimonios y prestarse a una maniobra que, hilando fino, tiene que ver con lanzar un trapo rojo a la opinión pública que le permita al Gobierno ocultar la salvaje actuación de la Policía de Barinas contra el líder estudiantil Lorent Saleh, su madre Yamilet Saleh y la estudiante Marivic Olivares.

Un hecho tan repudiable de parte de la policía de ese estado contra dos mujeres y un joven desarmado coloca al Gobierno ante un delito cierto y comprobable de violación de los derechos humanos, que debe ser llevado ante instancias internacionales por la naturaleza de las fuertes heridas que sufrieron cuando ejercían su derecho constitucional de protestar pacíficamente.

Y lo más grave de todo es que se está utilizando la curul no en beneficio del país sino para armar tramas políticas que tienen una intención oculta y prejuiciosa, además de sembrar sombras sobre otro hecho de naturaleza más grave aún como lo es la paliza propinada al líder estudiantil Lorent Saleh y a sus acompañantes.

Como bien lo ha dicho el alcalde de Chacao, Emilio Graterón, en el mes de octubre de 2010, “a solicitud de la Fiscalía General de la República, consignó ese video -con imágenes sin editar-, de los hechos ocurridos en Polichacao”. Entonces, ¿por qué el Gobierno insiste en mentir y mentir?


Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL