Fue uno de los comandantes en el golpe
de Estado del 4 de febrero de 1992
Para uno de los excomandante del 4-F, la verdadera transformación se iniciará cuando Venezuela supere la dependencia económica “del Imperio”.
-¿Volvió, volvió, volvió?
– La coyuntura es bastante difícil, sobre todo para uno que tiene compromisos con el país y con un proyecto histórico como el bolivariano. Tuvimos ciertas desavenencias en el pasado por la forma como era conducido el proceso. No quiero apostar al fracaso de Chávez, pues sería apostar al fracaso del proyecto. Nunca he sido de la derecha.
– ¿El Presidente lo llamó?
– Hace un mes conversamos con (Francisco) Arias Cárdenas y decidimos que yo no me mantendría en el medio y que volveríamos a las raíces bolivarianas que sembramos el 4 de febrero de 1992.
-¿Cesaron las “posiciones personales” que usted le cuestionó a Chávez desde 2000?
-Las posiciones personalistas de Hugo Chávez podrían ser el estilo con el que él gobierna. Lo que me preocupa es lo estructural: ¿Por qué no se ha activado el Consejo Moral Republicano? El Poder Moral era la punta de lanza para establecer un muro de contención a la codicia de los burócratas de la administración pública. El Contralor no ha desarrollado la idea de la contraloría social enmarcada dentro del Poder Popular. Si no hay voluntad política para devolverle el poder al pueblo, para que éste controle a sus gobernantes, no hay democracia participativa y protagónica. Cuando no hay descentralización del poder no se puede hablar de esta democracia, que está muy amenazada.
-¿Cuál es su propuesta?
-Un gran debate nacional que no se ha dado, pero no para decir estupideces, o para ver si la verdad está en la derecha, en la izquierda, en el centro o en una tercera vía. Cuando hablamos de liberalismo tenemos que hablar de socialismo. El Polo Patriótico debe hacer este debate para averiguar el origen de este proyecto, para diferenciarlo de la pasada democracia de cogollos.
-¿Y el Psuv no tiene cogollos?
– Me he mantenido al margen del gobierno por enfrentar a los cogollos de Luis Miquilena y José Vicente Rangel.
-Usted cuestionó profusamente la presencia de cubanos en Venezuela.
– Hoy es más importante buscar la unidad del pueblo y concientizarlo para analizar qué intenciones tiene el imperio norteamericano de aprovechar lo que ocurre en Libia para justificar una intervención en Venezuela. Llegó la hora de convocar a la gente que no cree ni en la derecha ni en muchos factores de la izquierda. El pueblo desconoce el pacto social de la revolución.
-¿Cree que la oposición participe en ese debate?
-Allí está la oportunidad, para que el pueblo sepa quién es conservador, quién el revolucionario y quién quiere transformar el país. Incluso, plantear la idea de una Constituyente en caso de que la actual Constitución no se adapte a las necesidades del país. El pueblo ha perdido el entusiasmo revolucionario y hay que reanimarlo.
-La oposición denuncia con frecuencia que desde el Presidente hasta la Asamblea han violado la carta magna bolivariana.
-Se ha violado en muchas oportunidades.
-¿Quién la ha violado?
-Bueno… para eso será el debate. Se dice mucho que la han violado pero no dicen quien. No le han explicado al pueblo de qué manera la han violado. Hay que aplicar una estrategia comunicacional que le explique al pueblo, por ejemplo, qué es la soberanía. No es posible una democracia con esta magnitud de abandono de la población. El poder debe estar en la comuna.
– Pero la idea de la comuna proviene de la experiencia cubana e incluso, se asemeja a lo que se lee en el Libro Verde de Gadaffi.
-Lo de Cuba se puede decir que fue un fracaso a medias, parcial y no total. No podemos seguir copiando modelos de afuera porque nos lo prohíbe la misma doctrina del árbol de las tres raíces. En ese sentido, el actual modelo educativo no se adapta a la realidad venezolana. Hay que llamar a una Constituyente educativa, pues los medios incentivan el consumismo, los antivalores y la despolitización del individuo, y el gobierno, o el Estado, no ha sabido manejar esta situación. Tampoco la Iglesia ha cumplido con su papel. La justicia está en crisis porque los jueces no apuntan a solucionar el problema de la familia, que sería la base de esta transformación. La revolución bolivariana todavía no ha empezado porque atacamos políticamente al imperio, pero seguimos dependiendo económicamente de él.
-¿Ha sido tolerante el gobierno?
-Necesita serlo.
-Apenas el año pasado usted declaró a ABC de España que Chávez había traicionado a la democracia y la lucha contra la corrupción…
-La política es dinámica. Lo que ocurrió ayer a lo mejor no ocurre hoy. Los seres humanos tenemos la capacidad de rectificar el rumbo. Todos hemos cometido errores. Estoy comprometido con el proyecto bolivariano, aunque no lo esté con el proceso. Si hay una persona con autoridad moral en este país para criticar a Chávez, esa soy yo, que me sacrifiqué por el proyecto. Cuando las ratas comiencen a abandonar el barco habrá gente que lo evitará.
-¿Por qué Carlos Guyón está sorprendido con su regreso?
-Debe ser porque está arrepentido de haber participado en el 4 de febrero, mientras que yo sigo orgulloso.
-¿Y el 11 de abril de 2002 qué fue? ¿Golpe de Estado o vacío de poder?
-No sé. Yo estaba viendo los toros desde la barrera, pero esos hechos contribuyeron de manera determinante a abrirle los ojos al pueblo.
-¿Todavía paga la oposición esa fecha?
-Y la pagará siempre, ya que vive desnudando sus camarillas ante el pueblo. Y siguen buscando el poder por cualquier vía.
-¿Sigue pensando que el cierre de Rctv fue un error?
– Bueno… el error está en que no se ha construido el Poder Popular. Chávez debe contribuir a que ese poder sea devuelto al pueblo, el cual se podría ver en la imperiosa necesidad de alzarse para arrebatárselo a quien lo tiene.
-¿ A Hugo Chávez?
-No sería a Hugo Chávez, sino a gente que tiene el poder. Chávez cree que su entorno y su gabinete trabajan para él. Eso habría que verlo. Mientras el hijo del ministro va a estudiar a Estados Unidos, el hijo del pueblo va a la escuelita que está a punto de derrumbarse. Lo más importante no es Mercal o Pdval, sino darle verdadera educación al pueblo.
-Luego de 12 años, ¿por qué cree que el Presidente sigue permitiendo la situación que usted describe?
-Hay muchos que se dicen revolucionarios y son más indomables que la misma oposición. Al proceso entró gente variopinta que no se identificó con la revolución y le ha hecho mucho daño. Pareciera haber un golpe de Estado en marcha, lento y silencioso, tanto por parte del gobierno como de la oposición. Cuando se observa la cantidad de sabotajes eléctricos, el estado de las carreteras, el abandono en el que está la Caracas de Jorge Rodríguez y la salida del gobierno de los más aptos (José Vielma Mora, Eduardo Samán y Antonio Rivero), uno llega a esa conclusión.
Retrovisor:
Acaban de cumplirse diez años de la Declaración de Maracay, ocasión en la que los comandantes del 4-F Yoel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas y Jesús Urdaneta Hernández comunicaron a la opinión pública las razones que los distanciaban del gobierno de Hugo Chávez, a quien -por cierto – nunca aludieron por su nombre.
Aquel 10 de marzo de 2000, Acosta Chirinos fue el primero en proclamar la defensa del Estado de Derecho, la propiedad privada y la descentralización: “Queremos desterrar la cultura clientelar de la administración pública enfrentando la burocracia, el amiguismo y la demagogia, propios de las ineficientes organizaciones del pasado y que con asombro vemos repetirse en el partido de gobierno”.
Y hace apenas siete meses, el 17 de agosto del año pasado, el militar falconiano, quien se definió ni-ni, declaró al diario ABC de España: “El gobierno de Chávez es totalitario y autoritario. Ha traicionado y violado los postulados democráticos. Quiere imponer el modelo castro-comunista”.
Y dijo más cuando el periodista español le preguntó por el futuro del Presidente venezolano: “Su final es cuestión de tiempo. Chávez sigue en el poder y hace lo que le da la gana porque no tiene oposición”.
De perfil:
■ El falconiano Yoel Candelario Acosta Chirinos empezó a ser noticia el 4-F cuando comandó la toma de la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda durante el fallido golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez.
■ En 1982, siete años después de haberse graduado como licenciado en Ciencias Militares, hizo el famoso juramento del Samán de Güere junto con otros militares (entre ellos Hugo Chávez) líderes del entonces clandestino Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR- 200).
■ Fue electo constituyente en 1999 y apenas un año después volvió a acaparar titulares por su ruptura con el gobierno revolucionario, al cual se opuso al punto de lanzarse, en septiembre de 2010, a la AN, postulado por el PPT y por el Movimiento para la Participación Nacional (Mipan), del cual es fundador.
■ Esa distancia duró hasta hace unos 15 días cuando los medios divulgaron su sorpresivo anuncio de regreso al chavismo.