En Barinas perdigones
contra los “enemigos”
EXORDIO: Un cobarde es aquel que manda a sus tropas a una misión suicida y él se esconde para no correr riesgos. Un cobarde es aquel que tiene que enfrentar un rival y que solo lo hace porque tiene más fuerza que el otro. Un cobarde es aquel que se aprovecha de la fuerza que tiene para atropellar y humillar a su enemigo. Este régimen es la más ferviente demostración histórica de que un militar jamás deberá volver a ser gobernante en este o en ningún país del mundo. Prueba de ellos fue que esta semana en el estado Barinas un grupo de apenas 20 jovencitos, completamente desarmados, protestaban legítimamente frente al Circuito Judicial el atropello judicial en contra de un compañero de armas, el Gral. /Brig. Delfín Gómez quien incomprensiblemente lleva 5 años siendo procesado por un delito que presuntamente cometió y que a esta fecha no sabemos si es o no culpable lo que es una grosera injusticia y que lo ha convertido en un preso político de este régimen. Estos jovencitos fueron salvajemente atropellados, lesionados, robados y cercenados en sus derechos fundamentales como ciudadanos por toda una fuerza militar ordenada por el Gobernador Adán Chávez. Aquí la historia.
ADMINISTRANDO ORDEN PÚBLICO: Yo fui un militar activo, comencé mi carrera en la guerra, combatiendo contra estos marxistas cubanos que hoy nos gobiernan, en guerrillas rurales y luego en guerrillas urbanas en el 23 de Enero de Caracas como plaza del Destacamento Móvil No.1 de la GN en el Distrito Federal. En el umbral de mi carrera fui comandante de la Guarnición de Barinas y de la Guardia Nacional en este estado y prácticamente comandante de la seguridad de Barinas por el poder que me confirió el gobernador de entonces Rafael Rosales Peña. En esa gestión me apodaron “el comandante peinilla” porque me tocó enfrentar, no 20 muchachitos, sino cerca de 97 alteraciones del orden público en mis 2 años de gestión en la que no tuve ni un solo herido, ni siquiera de perdigones. Esto me da el suficiente criterio para hacer estas severas críticas en relación a este caso. La patria nos da a los militares el uso de la violencia, de las armas, la cual debemos usar de manera racional y adecuada, o sea en la medida y momento adecuado. Nos enseñan en la escuela a manejar problemas de orden público y nos rezan que debemos usar primero la conciliación, la intimidación, el uso de gases como medio de disuasión. Luego, solo y solo si, hay enfrentamientos, pues se hará el uso de armas contundentes, peinillas, rolos, etc. Si se ve amenazada numéricamente la unidad por la cantidad de manifestantes entonces se utilizarán las armas de fuego, escopetas con perdigones plásticos, los cuales deben ser utilizados a medianas distancias para evitar causar lesiones graves a los manifestantes o letales, un perdigón a corta distancia podría penetrar el ojo, la femoral, etc., de un ciudadano y causarle hasta la muerte. Por supuesto solo y solo si la unidad es atacada con armas de fuego esta responderá con las mismas.
UN ACTO DE COBARDIA: Al momento de la audiencia del juicio, el gobernador Adán Chávez ordenó apostar cerca de 100 efectivos entre Guardias Nacionales y Policías armados de rolos, peinillas, escopetas, fusiles y protegidos de chalecos antibalas, petos, cascos, escudos, etc., acompañados de un vehículo blindado y cerca de una decena de patrullas. ¿A qué Ejército iban a enfrentar? Pues a 20 jovencitos comandados por un niñito casi anoréxico de 1.60 de estatura y como 60 Kg de peso, armados de una sola cosa, “la razón”. Lo más ridículo fue que para esta batalla Adán ordenó que la comande, ¡Cáiganse para atrás! UN GENERAL. Bastó que un grupo de 5 de ellos quemara un cauchito para que el mismo General que comandaba esta gran Batalla de la Independencia de la Revolución y ante el fragor del fuego enemigo se viera obligado a arremeter a tiros de una vez a la multitudinaria unidad enemiga de 20 niñitos, que pudieran ser sus hijos, quienes los atacaban generando como saldo 6 de estos niñitos heridos con balas de perdigones “EN LA ESPALDA” mientras huían. ¿No es esto un acto de cobardía? Si, muy valiente el general, siguiendo las líneas de su comandante en jefe, sangre del que se escondió allá en el del Museo Militar, ordenó aniquilar al enemigo y ridículamente detener a 5 jóvenes entre ellos 2 mujeres, una niñita como de 17 años y una viejita de 65, nada más y nada menos que por “ríanse” resistirse al arresto y agredir a los funcionarios, dejando en libertad a la también señora de avanzada edad, esposa del general, quien fue salvajemente golpeada por los valientes soldados de nuestra República ¿Usted puede creer? Como que si 100 soldados fuertemente armados no eran suficientes para someter físicamente a estos 20 jovencitos o pensar que ellos desarmados y huyendo podían ser una amenaza contra su tropa. Como guinda a la torta el gobernador que había permitido por 18 días consecutivos la protesta en frente al circuito ordena a su general en batalla y como parte de guerra, confiscar todos los enseres, carpas, morrales, banderas y consignas que tenías los protestatarios y colocar un piquete de soldados y un blindado para que no se vuelvan a colocar en el sitio a protestar. ¿Qué país es este? ¿La Alemania Nazi?, y ese general no puede ser de la misma escuela en la que yo me gradué, ese debe ser de la Guardia Nazi-onal porque esos definitivamente no fueron los mismos principios que a mí me enseñaron.
INMORAL ABUSO DE AUTORIDAD: ¡Que cinismo! ¿Dónde está la justicia? ¿Quién defiende al pueblo de los abusos de los funcionarios? ¿Yo, El Ombudsman? No señores, La Defensoría del Pueblo, ésta cínicamente dice que ella no actúa si no le llevan una denuncia. ¿Será que a esta abogado en la escuela de derecho no le enseñaron qué era un procedimiento de oficio? Señora defensora su OFICIO es ese, Defender al Ciudadano atropellado. Aquí el gobernador viola el derecho constitucional a la protesta de los jóvenes manteniendo un piquete de policías o guardias evitándolo. Aquí el General cometió un delito de apropiación indebida al tomar sin su consentimiento los enceres personales de los jóvenes que reposaban legítimamente (permitido por 18 días) en la vía pública. El gobernador hizo uso excesivo de la fuerza en su intención de recobrar el supuesto orden público alterado por estos jovencitos. El general hizo uso indebido de sus armas para cumplir esta misión. El general causó lesiones personales a víctimas en flagrante situación de huida con ensañamiento y alevosía por no cumplir con los pasos establecidos en las normas para disolver este tipo de manifestaciones. Finalmente el Gobernador ordenó la privación ilegítima de la libertad de inocentes ciudadanos víctimas que seguro que ante el exceso de fuerza luchaban por su integridad y su vida. Delitos de lesa humanidad, Defensora.
HABRA JUSTICIA: Voy a darle a los funcionarios, sobre todos los militares, un consejo que me dio mi padre una vez me gradué de oficial. “No se puede ser leal a los hombres, ni a sus pensamientos. Debemos ser leales a nuestros principios.” Los gobiernos pasan, cambian y al final los únicos que pagamos sus errores somos los pendejos que por quedar bien actuamos alejados a ellos. Este gobierno caerá y cuando eso suceda cuéntenlo que los abusos que cometan los van a pagar porque los abusados, legítimamente los perseguirán y buscarán justicia para tener la satisfacción de hacerles tanto o más de lo que hoy hacen. Ese jovencito que hoy atropellaron a tiros puede ser el presidente de este país 10 años más adelante ¿Y donde se meterán ustedes? Y si eso no sucede créanlo, yo tengo varias pruebas de eso, Dios les hará justicia, los pondrá a sufrir por el mal que hacen por el sufrimiento que causan por su complicidad e injusticia. No vale la pena el puesto de la Defensora, el sol del General, el cargo del policía si eso atenta contra su dignidad y lacera sus principios, los principios del hombre y sobre todo los principios de Dios. No los traicionen, Justicia, Justicia y más Justicia.
EPILOGO: A los malandros, ahí les dejo mi reputación para que la hagan pedazos.
JESUS FERNANDO GONZALEZ CAZORLA
elcomandantecazorla@gmail.com
www.elcomandantecazorla.8k.com
Tlf. 0424-536-5735
@cazorlaonline