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CLAUDIO NAZOA: Humor de loco

“El show de las maquetas…”

 

Hace mucho tiempo tuve la oportunidad de conocer a Hugo Chávez en la antigua librería del Ateneo de Caracas (posteriormente confiscado por él). Un amigo común, el caricaturista Omar Cruz, bautizó allí un libro que yo prologaba y que Chávez apadrinaba. Un poco rara la situación de esa combinación.

Puedo jurar que Chávez nunca me gustó, incluso desde el fatídico día del golpe de Estado cuando dijo: “Por ahora”. En ese entonces todavía él no era presidente. Los dos fuimos amables, sobre todo por respeto a nuestro amigo Omar Cruz. Lo cierto es que cuando nos presentaron, extendió su mano y me dijo: ­Oye Claudio. Yo gozo una bola con las vainas que tú haces.

A mí me salió del alma contestarle: ­Qué casualidad, yo también gozo con las tuyas.

Nos reímos y bautizamos el libro.

Si no fuera por el enorme daño que está haciendo, en especial a quienes lo apoyan, Chávez sería un gran comediante; por eso es tan interesante el segmento de Globovisión: Aunque Usted No lo Crea.

No puede ser que exista un personaje así; por ejemplo, el otro día, cuando vinieron unos chinos que supuestamente construirán unos edificios y el ferrocarril, la cosa se puso buena, ¡qué loquetera! Fue increíble ver aquel pocotón de funcionarios y empresarios chinos calándose más de tres horas de cadena, traducida del Chávez al chino, que no es lo mismo que del castellano al chino.

Aquellos pobres chinos tenían cara de estar en la luna, pero, ¡en la luna china!: la traductora no hallaba cómo traducir canciones, chistes y cuentos de cuando él vendía arañitas en Barinas; lo mejor fue cuando firmó el contrato: ­Y ahora vamos a poner la rabo e’cochino.

La traductora se le quedó viendo y dijo algo así: ­Aolá, plesidente… va ponel… eee… la labo e’cochino…

Peor fue el show de las maquetas; de no ser por la estafa que le hace a la pobre gente humilde a la que le está entregando nada, sería gracioso. Los engaña vilmente con una ilusión. Fue, palabras más, palabras menos, algo así: ­… Aquí están los apartamentos. Son veinte torres, ¿verdad? Y aquí tengo los nombres de las personas que ¡hoy! van a tener su propiedad… ¡Propiedad dije!, porque estas personas van a ser las dueñas de sus viviendas… Pásame la maqueta… Aquí está la maqueeetaaa… ¡Y voy a entregar el primer apartamento…! Pásenme la lista… porque miren… aquí tengo la lista con nombre, cédula y apellido de sus propietarios…

Claro, todavía no hemos empezado a construir las torres y esto es bueno aclararlo, porque después la oposición apátrida va a decir que nosotros no hemos construido ningún apartamento… ¿Quién es la señora fulanita de tal? (una humilde señora vestida de rojo, aparece en un terreno vacío).

­¡Gracias, presidente comandante! ­ Mira fulanita. Tú vas a vivir en la torre II, apartamento 25 (dijo señalando la maqueta). Imagínate, ¡tú asomada aquí en está ventana!…

¡Aaah…! Yo voy a venir para que me prepares un cafecito… Imagínate a tus muchachos corrieeendo por esos pasillos… Bueno, claro, estamos hablando de 2013, a lo sumo de 2014… ¿No, ministro? Ya lo saben. Hoy estoy entregando más de 2.000 viviendas a sus propietarios… Ya van a ver mañana a los escuálidos diciendo que yo no entregué nada… ¿Quién es fulana? Tú vas a vivir en el apartamento número 7… y te vamos a regalar…


Por: CLAUDIO NAZOA
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