Carta a la Mesa de la Unidad
de Oswaldo Álvarez Paz

La decisión tomada por la Mesa de la Unidad de convocar las elecciones primarias para el 12 de febrero del próximo año nos parece contraproducente y contraria al interés general de la nación.

La inmensa mayoría de los venezolanos ha manifestado, de diversas formas y en medio de distintas circunstancias, su deseo para que se realizaran este año.

La sociedad democrática de Venezuela, más allá de la concurrencia de algunos de sus partidos fundamentales, necesita de la unidad real y práctica del sentimiento opositor, bajo la conducción de un solo liderazgo que como candidato a la presidencia de la República, unifique a las fuerzas motrices del país y se disponga a enfrentar al régimen actual en todos los terrenos.

La clarificación de los objetivos y la creación de un comando único bajo la conducción del candidato presidencial, son requisitos indispensables para obtener la victoria. Esto no admite demora. En esta lucha no es precisamente tiempo lo que nos está sobrando.

Lamento que, a pesar de que muchos compatriotas entre los cuales me cuento como aspirante a la presidencia de la República, hemos manifestado la conveniencia de que las primarias se celebraran este año, no fuimos oídos, ni convocados, ni consultados directa o indirectamente.

Desconocemos las razones que, en definitiva, llevaron a quienes dirigen la MUD a tomar la decisión que comentamos. Esperamos recibir mayor información al respecto.

Invitamos a la reflexión, a la reconsideración de una decisión que puede traer mayores males que bienes. La posición frente a los desplantes de Chávez y el uso y abuso del poder concentrado que tiene, no puede ser demorar ni esquivar el combate. Tiene que librarse ya, en todos los planos y terrenos, a lo largo y ancho de un país ansioso que espera al candidato que en definitiva debe asumir la responsabilidad.

Aún no se conoce el cronograma electoral del país. El CNE está en mora. La MUD puede estar condenando al candidato a una campaña muy corta, mientras que se alarga innecesaria y peligrosamente, la precampaña de los aspirantes, lo cual no tiene sentido. Mucho menos cuando algunos de ellos tienen responsabilidades concretas que atender a nivel de estados y municipios.

Repetimos nuestra disposición a conversar, discutir y a la reconsideración del punto objeto de estas reflexiones.