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Saturday, November 23, 2024
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Enrique Ochoa Antich: Causas y culpas

"Causas y culpas quiere decir causantes y culpables.."

Raíces y atrofias de “antiguos régimenes”

 

Tal es el título que la editorial Libros Marcados publica y que procura analizar la génesis histórica del fenómeno chavista de 1958 a 1998, con énfasis en la responsabilidad de las segundas presidencias de Pérez y Caldera.

Tal es el título de un ensayo que la editorial Libros Marcados, cuyo director es, como se sabe, Fausto Masó, habrá de publicar en los días que corren y del que es autor quien esto escribe.

Fue Fausto quien me propuso la idea, a partir justamente del contenido de una de mis columnas en este diario.

Causas y culpas procura analizar la génesis histórica del fenómeno chavista de 1958 a 1998, con énfasis en la responsabilidad de las segundas presidencias de Pérez y Caldera.

Podría enunciar su contenido diciendo que el libro parte de la convicción con arreglo a la cual un proceso político, económico y social de la envergadura del que hemos padecido los venezolanos durante ya más de una década (profundo y radical en su acción, y más, mucho más perdurable en el tiempo de lo que habríamos imaginado) no puede ser explicado sólo a partir de la conjura y/o las habilidades de su líder ­el tiranuelo­ y de sus acólitos, sino de causas históricas profundas que hunden sus raíces en las atrofias del “antiguo régimen” y de culpas precisables de su liderazgo (en particular durante sus postrimerías).

Causas y culpas quiere decir causantes y culpables. De manera muy destacada Pérez y Caldera, como hemos dicho, pero así mismo AD y Copei tomados en conjunto, y el MAS y la Causa R, y los mal llamados “Notables”, y la candidatura de Alfaro, y la entente Irene/Herrera.

Y fenómenos como el cepalista plan de sustitución de importaciones de los años 60 y el estatismo de los 70 propios de la promesa populista de progreso que signó al Pacto de Punto Fijo, la hipertrofia partidocrática, la corrupción inveterada, la masiva violación a los derechos humanos (de modo destacado, los sucesos del 27F), la gigantesca crisis económica que desembocó en el Viernes Negro del 83, y la antipolítica de nuestras clases medias durante los 80 y los 90.

Todos desfilan por las páginas del libro que más que ensayo pretende ser testimonio existencial descarnado de quien formó parte de aquella monumental “comedia de las equivocaciones” que, al menos de los 70 en adelante y muy particularmente durante 1997 y 1998, nos trajo hasta aquí.

Hay muchas razones útiles para haber escrito y para publicar este libro en los revueltos tiempos que corren: una, que las nuevas promociones del liderazgo político democrático nacional conozcan la crónica de una historia que no vivieron y cuya memoria muchas veces alcanza sólo a los límites de este régimen.

Otra, que sirva como contribución a la reflexión histórica de una alternativa democrática que, si aspira ser gobierno a partir de 2013, debe reconocer a cabalidad los errores que en el pasado hicieron posible este ominoso presente de modo de no reproducirlos en el futuro. Ojalá satisfaga ambas pretensiones.


Por: Enrique Ochoa Antich
Política | Opinión