Aquí y ahora…
La decisión de la Mesa de la Unidad Democrática sobre la fecha de celebración de las primarias este mismo año para la selección del candidato presidencial, se me ocurre de vital importancia a los fines de lograr la masa crítica indispensable para potenciar las posibilidades de un triunfo en 2012.
Destaco esto porque Chávez, hace rato, está en campaña, haciendo lo que él sabe hacer: ofrecer villas y castillos, a sabiendas de que el tiempo se le escurre entre los dedos de las manos. Los sondeos de opinión (excepto aquellos complacientes con el Gobierno) no le son favorables y, sin compasión, demuestran a las claras un sostenido cansancio de los venezolanos, ante el repetitivo y demagógico discurso presidencial.
Pero, en la otra acera (la oposición), existe mucha parsimonia y lentitud para agarrar el toro por los cachos y, definitivamente, presentar el gallo que deberá tener las espuelas y las condiciones imprescindibles para convencer a las mayorías de la urgencia de darle un vuelco de 180 grados a lo que está ocurriendo en el país.
De otra parte, hay una multiplicidad de legítimos aspirantes que, sin lugar a dudas, harían de la escogencia una contienda de amplia repercusión nacional, capaz de generar el entusiasmo y optimismo tan necesarios a la hora de dinamizar una cruzada efectiva, triunfadora. Claro, esto será así siempre y cuando las cosas se hagan en el momento preciso y oportuno.
Si no, el esfuerzo se vería ensombrecido por una pérdida de masa crítica, derivada de no solventar esta situación antes de que sea tarde. En política lo he repetido en varias ocasiones los calendarios y los ritmos cuentan, y mucho. De manera que seguir corriendo la arruga equivaldría a hacer el triste papel del perro que gira en círculos para tratar de morderse el rabo. Eso sería lo peor, sería catastrófico.
¿Cuáles serían las ventajas de prolongar esta situación de incertidumbre? Los argumentos de esperar hasta los primeros meses del año próximo no lucen convincentes. Tampoco parecen prácticos cuando es una verdad de Perogrullo que el Consejo Nacional Electoral obedece órdenes de Miraflores. Esto significa que siempre sus actuaciones estarán orientadas a beneficiar a Chávez.
Más ahora que el caudillo de Sabaneta no las tiene todas consigo.
El CNE juega a la indefinición, a la vaguedad. Ni una palabra ha dicho sobre los comicios para elegir gobernadores y alcaldes y, mucho menos, para los presidenciales. ¿Van juntos? ¿Van separados? En ambos casos ¿cuáles serían las fechas? ¿Qué pasaría si la elección del Presidente de la República se hace en octubre de 2012? ¿Tendría el abanderado de la MUD el tiempo suficiente para recorrer todos los rincones del país y transmitir de forma convincente y amplia una propuesta de gobierno capaz de convencer y entusiasmar al electorado? En fin, hay más interrogantes que respuestas claras. De allí, la premura en precisar cuanto antes mejor cuándo saldrá a la luz pública el contendor que enfrentará al teniente coronelpresidente-candidato, todo ello al mismo tiempo. Por eso es menester concretar las reglas del juego y todo lo atinente a la logística de tan grande y compleja empresa. Unas primarias no se organizan de un día para otro. En esto, afortunadamente, hay experiencia suficiente.
Ojalá nos podamos comer las hallacas ya viendo una luz al final del túnel. Y podamos decir “habemus candidato”…
Ese sería el mejor regalo de Navidad para la alternativa democrática.
Por: FREDDY LEPAGE
freddylepage@cantv.net
@freddyjlepage
Política | Opinión
EL NACIONAL