A niveles peligrosos… cae el petróleo
La producción y la exportación de petróleo de Venezuela han disminuido sostenidamente desde el año 2008, no obstante la recuperación de la economía mundial y el alza de los precios de los hidrocarburos. Este comportamiento lo confirman las últimas cifras suministradas por el Ministerio de Energía y Petróleo.
En efecto, en febrero la producción de crudo fue de 2,76 millones de barriles diarios, menor en 2,2% a la del mes anterior; mientras que las exportaciones de hidrocarburos cayeron 16,2% en relación con el mes de enero.
En términos anuales, 2010 registró el más bajo nivel de exportaciones desde el 2003, año del paro petrolero. Entre las razones de este desempeño decepcionante están el mayor consumo interno y las constantes interrupciones de las labores en las refinerías por fallas de mantenimiento. Pero las causas inmediatas son sólo un síntoma de un deterioro más profundo que afecta a nuestra industria petrolera desde hace tiempo.
Este deterioro es resultado de la falta de inversiones; las reducciones en las metas del plan siembra petrolera, según el cual deberíamos estar produciendo 6 millones de barriles diarios; el desmantelamiento de los cuadros profesionales de la industria; la diversificación hacia áreas distintas de su objetivo principal; la dedicación de sus directivos a manipulaciones financieras de carácter dudoso y la politización que la ha llevado a pintarse de rojo rojito, cuando debiera estar produciendo crudos negros negritos.
Todo esto sin hablar de la corrupción, del nepotismo de Ramírez y otros hechos impúdicos, que han corroído hasta los tuétanos a Pdvsa y a la industria petrolera nacional, y han desprestigiado la nacionalización de petróleo decretada en 1975, la cual llegó a ser un motivo de orgullo nacional. La caída de la producción y de las exportaciones es sólo un reflejo de lo anterior. Y la contracción de la economía y la inflación desbocada son, en parte, algunas de sus consecuencias.
Las cifras mencionadas fueron acompañadas por la noticia de que, en lo sucesivo, los montos producidos y exportados no serán verificados por auditores externos, lo que hace presumir que se prevé un deterioro mayor que se pretende ocultar. Con esto la credibilidad de Pdvsa, ya bastante dañada, recibe un duro golpe nacional e internacionalmente.
El coronel Gadafi, tan admirado por el Comandante, fue uno de los precursores de las nacionalizaciones de la industria petrolera en los países de la OPEP. Pero como su ambición de poder y su personalismo eran mayores que su nacionalismo, cuando sintió que su régimen corría peligro volvió a entregar la riqueza petrolera de su país a las transnacionales y con ello logró prolongar su dictadura en esta última década.
Quiera Dios que el deterioro de la industria petrolera nacional y el debilitamiento de la popularidad del Presidente no lo lleven a caer en tentaciones semejantes, porque eso sería inaceptable para el pueblo de Venezuela.
Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL