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Thursday, November 21, 2024
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Exequíades Chirinos: “Jugándose a Rosalinda” por Gadafi

(foto) Comparsa de Distrito Capital desfiló en apoyo a Gadafi los funcionarios pintaron banderas en sus rostros.

“Una apuesta que está
totalmente perdida”

 

Con su más expreso apoyo al régimen a Gadafi, Hugo Chávez se jugó a Rosalinda y está perdiendo la apuesta internacional, un mal cálculo generado por las ansias desmedidas de poder, la megalomanía y por el error senil de Fidel Castro, quien extravió el foco internacional.

Pasaron varios días antes de que el Presidente venezolano se pronunciara sobre el conflicto de Libia y optó por esperar las palabras de su mentor caribeño para intentar agarrar el toro por los cuernos con esa jugada que pretendió ser magistral porque incluyó a Rosalinda, como se conoce en Venezuela a la gran parada del jugador, quien en un momento determinado se atreve a hacer la gran apuesta que significa ganarlo o perderlo todo de una sola vez.
Salir a defender al tirano de Libia significó arriesgar su supuesto prestigio y liderazgo internacional, ir en contra de las grandes potencias y retarlas como hizo una ocasión con el presidente George W. Bush, contra quien, en el recinto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), le espetó prácticamente en la cara que olía a azufre.

O como en aquella ocasión que se atrevió a visitar a Saddam Hussein en Irak y lo acompañó en un recorrido en auto, en claro desafío a las resoluciones de la ONU.

Con Gadafi se tomó más tiempo para ejecutar su jugada que sólo tenía dos opciones: sacarle la silla al gran amigo comparable, según sus propias palabras, a Simón Bolívar, o formular una propuesta capaz de generar apoyos internacionales, esa de buscar una intermediación que a nadie gustó, ni siquiera al dictador libio.

Solo contra el resto del mundo, el presidente de Venezuela desechó la masacre de Gadafi contra el pueblo libio para respaldar abiertamente al dictador y sus hijos, quienes anunciaron la estrategia de horror y muerte para mantenerse en el poder a toda cosa, una receta hitleriana pero que les pudo dar resultados.

Porque al transcurrir los días, todo parecía que Gadafi – y Chávez – ganarían la apuesta porque la arremetida de las fuerzas militares oficialista era feroz y la oposición libia estaba más acorralada y desasistida. Todo hacía pensar un desenlace distinto a lo sucedido en Túnez y Egipto. El dictador libio parecía quedarse por encima de todos los pronósticos, como vaticinó Chávez.

El panorama presagiaba un Gadafi victorioso, invencible y Chávez ganaba la apuesta de todo o nada, conservando a Rosalinda (su supuesto liderazgo internacional).

Pero los acontecimientos cambiaron y se tornaron en una dirección muy distinta a la visualizada por el gobernante venezolano, quien ve en el conflicto de Libia la receta a seguir para mantenerse en el poder, en caso de una derrota electoral en las presidenciales del 2012.

Hoy Gadafi luce atrapado, totalmente perdido y con esperanzas mínimas de sobrevivir mientras que Chávez se siente también derrotado en esa apuesta magistral que, de ganar, le hubiera significado el total respaldo del dictador árabe a sus deseos de perpetuarse en el poder, al punto que probablemente Venezuela pasaría de ser satélite de Cuba (como es actualmente) para convertirse en satélite de Libia en el futuro próximo.

La Receta Gadafi no dará resultados y la gran apuesta está totalmente perdida porque las fuerzas democráticas internacionales no permitirán que se perpetúe en el poder. Los días los tiene bien contados.


Por: Exequíades Chirinos
Twitter: @exequiades