“No es casual, tampoco
envuelve un acertijo…”
Se me ocurrió recordando el discurso de toma de posesión como primer gobernador elegido directamente por el pueblo del Zulia, empezando enero de 1990. Fue en el Teatro de los Niños Cantores, en presencia del presidente Carlos Andrés Pérez II y del expresidentes Rafael Caldera I, de otras personalidades nacionales invitadas y de la zulianidad en pleno, identificada con la razón de ser de aquella ceremonia. En las palabras finales dije solemnemente “Hoy empezó el futuro”. No había sido fácil llegar a aquel punto en el que finalmente se iniciaba la marcha para desmontar los tres grandes vicios del sistema democrático que amenazaban su propia existencia: El presidencialismo agudo, el centralismo como exagerada dosis de concentración de poder político y económico en pocas manos ubicadas en la capital de la república y el partidismo como manifestación de sectarismo excluyente en la administración de la cosa pública.
La elección directa de gobernadores y alcaldes, las novedosas normas de la Ley Orgánica de Descentralización y Transferencia de Competencias entre las distintas ramas del Poder Público y la comprobada sintonía de las cabezas del poder nacional y las autoridades regionales recién electas, permitían mirar el futuro sin temores y con mucha esperanza. Los objetivos estaban al alcance de la mano, pensábamos con bastante ingenuidad. A pesar de conocer la estructura del poder en Venezuela, no valoramos lo suficiente las reacciones contrarias a los objetivos señalados por parte de quienes disfrutaban y se beneficiaban históricamente de esos vicios que deformaban la vida democrática, hasta prácticamente asfixiarla. Con timidez se empezó a caminar en la dirección adecuada, pero… en algo más de tres años desde entonces, fue liquidado y sustituido el Presidente Pérez y cuestionado el proceso descentralizador señalándolo como factor de desmembramiento de la república. Se provocó un clima general de incertidumbre con relación a ese futuro en cuya construcción trabajábamos en el día a día, acompañado de dosis de violencia selectiva y amenazas de todo tipo que fueron determinantes en la desaceleración del proceso hasta lograr, primero el estancamiento del mismo y luego la reversión hacia las formas que pretendíamos superar. Todos sabemos lo que ha pasado desde 1993 a esta parte. Hoy hay mucho más presidencialismo que entonces, un centralismo insoportable e inaceptable y un sectarismo criminal y excluyente en el ejercicio del gobierno y la administración de los recursos de la nación. Sin embargo, a pesar de esa regresión gravísima, la causa adquiere más vigencia que nunca.
Corregir esas deformaciones es un imperativo categórico para quienes somos leales con el texto constitucional que define a Venezuela como República Federal, integrada por Estados autónomos que tienen fueros y derechos establecidos, competencias exclusivas y también otras, concurrentes con el poder nacional.
Por eso decimos que el futuro empezó ayer, pero la lucha es hoy y mañana para hacerlo realidad. La tarea está pendiente. Hoy es más urgente la necesidad de cumplirla a plenitud. Esa es la razón de ser de este movimiento que aspira tener en la Zulianidad uno de sus pilares fundamentales.
CANDIDATURA Y PRESIDENCIA:
Ante un planteamiento periodístico sobre supuestas aspiraciones personales a la candidatura presidencial, respondí diciendo que Venezuela, más que candidatos, que existen y bastante buenos en líneas generales, necesita liderazgo para clarificar los objetivos nacionales y conducción en la lucha por alcanzarlos. Señalé que uno de esos objetivos era lograr que el actual régimen dure lo menos posible para sustituir al actual Presidente por otro, distinto y mejor. Ratifiqué que desde esa perspectiva, más que candidato yo aspiraba y aspiro, a ser Presidente de la República para encabezar un proceso de transición destinado a reconstruir la destruida institucionalidad democrática, restaurar el orden constitucional y normalizar la vida ciudadana. Proceso que envuelve un pacto de gobernabilidad, de verdadera unidad nacional, inclusivo y no excluyente, garantizando, de paso el ejercicio de un solo período de gobierno sin reelección y, de esta manera, abrirle paso a las nuevas generaciones que encontrarán un país en muchas mejores condiciones que las actuales.
Por supuesto que esto pasa por el tema de la candidatura, de las primarias, de las condiciones que actualmente se discuten a tal fin. Lo sabemos y lo asumimos con la disposición de evitar, a costa de cualquier sacrificio, la lucha lateral con posibles o reales aspirantes. Dicho en otras palabras, de no equivocarnos de enemigo que es uno, fuerte y amoral. Está al frente y no en el campo opositor al régimen.
En consecuencia ratifico lo dicho. Quiero ser Presidente y estoy dispuesto a participar en las primarias que organizará la Mesa de la Unidad. Espero
conocer pronto la reglamentación correspondiente y aspiro que sean este mismo año para que el 2012 nos encuentre en plena campaña frente a la dictadura que llegará a su final a finales de ese año, si las condiciones son normales, o antes, si apelan a la trampa, al fraude, al disimulo y al abuso de poder tratando de impedir que la voluntad general de la nación pueda manifestarse libremente. Al actual Presidente le decimos que tenga cuidado, porque el tiro le puede salir por la culata. Nos preparamos para enfrentarlo y derrotarlo en todos los terrenos, en todos los escenarios posibles.
¿PARA QUÉ? LA ORIENTACIÓN DE LA LUCHA:
Estimados amigos, simplemente yo quiero lo que quiere la inmensa mayoría de los venezolanos.
Esa inmensa mayoría quiere un país democrático, pluralista, socialmente solidario, económicamente productivo, internacionalmente aliado con los países democráticos, progresistas, modernos y serios. Y yo formo parte de esa inmensa mayoría.
La inmensa mayoría de los venezolanos quiere un país con seguridad para todos y en todo, que sea habitable, amable, donde la vida transcurra sin temores, sin odios y sin exclusiones, donde todos piensen que vale la pena vivir aquí. Y yo formo parte de esa inmensa mayoría.
La inmensa mayoría de los venezolanos quiere un gobierno que gobierne, que sea eficiente en todos los servicios públicos, tanto en calidad como en cantidad, por lo que clama nuestra sociedad; quiere un estado institucionalizado que garantice el respeto a la legalidad y someta al imperio de la ley a todos, que imparta justicia y no arbitrariedades. Y yo formo parte de esa inmensa mayoría.
La inmensa mayoría de los venezolanos quiere una educación moderna, al servicio del país y de la promoción personal y social de cada estudiante, de cada maestro, de cada profesor, en una realidad comunitaria donde la pobreza disminuya a fondo y la equidad social se expanda vertiginosamente. Y yo formo parte de esa mayoría.
La inmensa mayoría de los venezolanos, y la mayoría de quienes forman parte de las Fuerzas Armadas, las quiere profesionales, que recuperen el monopolio de las armas, al servicio del país y de su soberanía republicana, de la paz interna y externa, nunca sometidas a una ideología o a un caudillo. Y yo formo parte de esa mayoría.
La inmensa mayoría quiere un país donde se dialogue, un país civilista, donde no se imponga ni se ordene, donde se recuperen los consensos básicos sin los cuales ninguna sociedad puede sobrevivir, donde la libertad se preserve y la propiedad se proteja. Y yo formo parte de esa inmensa mayoría.
Esta inmensa mayoría la forman amas de casa y empresarias y ejecutivas trabajadoras; la forman empresarios dispuestos a invertir y trabajar para sacar adelante a Venezuela pues creen que se trata de hacer un país y no un simple negocio; la forman trabajadores de empresas públicas y privadas y sus organizaciones sindicales; la forman las miles de organizaciones de la sociedad civil; la forman los políticos honestos, guiados por una poderosa conciencia de servicio público, al margen de corruptelas y privilegios; la forman los profesionales y gerentes y oficinistas y empleados tanto del sector público como del privado; la forman los comerciantes pequeños, medianos y grandes; la forman los intelectuales y los promotores de la cultura; y, sobre todo, la forman millones de jóvenes venezolanos que día a día resisten los embates de la autocracia. Son mucho más que una esperanza, son la presencia del futuro, no en el porvenir, sino en el hoy y aquí, en el presente concreto de cada día. Y yo también formo parte de esa inmensa mayoría.
Esta inmensa mayoría quiere un Presidente para todos, que no divida sino que una a Venezuela; que se dedique en cuerpo y alma a construir con todos un país claro, limpio, donde la convivencia y el avance de todos y con todos sea su obsesión; que respete, cumpla y haga cumplir escrupulosamente la Constitución y que garantice tanto la independencia como la cooperación de todos los poderes públicos; que entienda que VENEZUELA NO NECESITA UNA MALA REVOLUCIÓN SINO UN BUEN GOBIERNO. Y yo formo parte de esa inmensa mayoría.
Y por formar parte de esa inmensa mayoría, por sentirla como parte indivisible de mí mismo, quiero encabezarla en la tarea de ganar para la democracia la elección presidencial del 2012 y de ganar para la nación la reconquista del progreso, de la seguridad y de un gobierno que hable poco y haga mucho, que haga todo lo que hay que hacer para recuperar el tiempo perdido.
Quiero ser Presidente por el apoyo decidido de esta inmensa mayoría.
Gobernaré con ella, desde ella y para ella, porque de ella vengo, a ella pertenezco y a ella me debo. Con nosotros, Venezuela volverá a ser venezolana.
PROPUESTAS CONCRETAS:
En los próximos días presentaremos al país los puntos básicos de mi programa de gobierno. Tendrá especial énfasis en los siguientes aspectos:
■ SEGURIDAD PERSONAL Y JURÍDICA
■ DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA
■ EDUCACIÓN DE PRIMERA PARA EL TRABAJO
■ SALUD
■ VIVIENDA
■ INFRAESTRUCTURA
■ ALTO COSTO DE LA VIDA Y ABASTECIMIENTO
■ DESCENTRALIZACIÓN
■ RESCATE DE LA INSTITUCIONALIDAD
Sin embargo, desde ahora podemos adelantar algunos cambios concretos a los que me comprometo e invito a otros aspirantes a hacerlo:
■ 1.- No habrá cadenas de radio y televisión, salvo el mensaje de año nuevo, el 5 de julio y cuando circunstancias excepcionales lo requieran.
■ 2.- Gobernaré para todos los venezolanos. No habrá exclusión alguna en razón de la militancia política. Se eliminarán todas las listas que discriminan a los venezolanos.
■ 3.- Nunca descalificaré a ningún sector ni a ningún venezolano. Buscaré el apoyo de la mayoría pero respetaré a todos aquellos que me adversen. Los consultaré y procuraré responder a todos sus planteamientos. El Palacio de Miraflores estará tan abierto a la oposición como a los partidarios del gobierno.
■ 4.- Quedará absolutamente prohibida la exigencia de determinada vestimenta a los funcionarios públicos. Cada uno podrá vestirse del color que mejor le parezca.
■ 5.- No habrá “regalos” a otros países. Mi única prioridad serán los venezolanos. La ayuda que se preste en casos de catástrofes naturales nunca estará condicionada.
■ 6.- Entre una empresa extranjera y una venezolana, siempre preferiré la nuestra, pero haré un inmenso esfuerzo para atraer inversiones internacionales, pero nunca en detrimento de nuestros productores.
■ 7.- Los viajes presidenciales estarán limitados al mínimo indispensable para el cumplimiento de las responsabilidades internacionales de la República. El número de acompañantes será reducido a lo estrictamente necesario.
■ 8.- Los medios de comunicación social tendrán pleno acceso a toda la información pública que requieran. No habrá discriminación para medios o periodistas nacionales o extranjeros. No se exigirá la presentación previa de preguntas.
■ 9.- Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, respetaré de manera absoluta la apoliticidad de la institución y las promociones estarán basadas exclusivamente en el mérito. Ningún oficial o integrante de las mismas, tendrá que temer represalias por su forma de pensar o por la actividad política de su familia. Nunca las decisiones militares serán interferidas por “asesores” de otros países.
■ 10.- Se eliminarán todos los gastos suntuarios de la Presidencia. Las partidas de “alimentos y bebidas” serán reducidas al mínimo y las de vestimenta, suprimidas. La familia del Presidente no gozará de privilegios.
Estos son algunas características de lo que será una gestión austera e inclusiva y un compromiso inquebrantable.
EL ZULIA EN EL CONTEXTO NACIONAL:
Así como hemos hablado de la inmensa mayoría de los venezolanos, también quiero aprovechar esta oportunidad para ratificar mi relación de pertenencia a la ZULIANIDAD. Como le escuché decir hace años a un campesino merideño, YO SOY NUESTRO. A esta tierra tenemos que cuidarla y a su pueblo protegerlo y garantizarle la seguridad esencial que necesita ante la vida. Para todos los zulianos se abre un camino esplendoroso de oportunidades como nunca antes. El Zulia no puede retroceder, ni claudicar, ni arriesgar su conducción libertaria y democrática ante la embestida del totalitarismo centralista y comunistoide que nos acecha. Tiene que ser ejemplo y guía para el resto de Venezuela que sabe que cuenta una con las mayores y mejores reservas materiales y humanas a
la nación, a conciencia de que la mejor contribución que podemos hacerle al país es fortaleciendo el progreso y el desarrollo de la zulianidad.
Con el Zulia estamos apenas al comienzo de un compromiso superior.
ESTIMADOS AMIGOS:
Ratifico mi gratitud por la presencia y soporte que nos están brindando en el día de hoy. Queremos ser cabeza de un gran movimiento de unidad nacional que trascienda lo estrictamente político-partidista. Estamos preparados para gobernar en democracia y libertad. Aspiro a hacerlo, repito, por un solo período constitucional, sin reelección y bajo un pacto de gobernabilidad político y programático que permita la reconstrucción de la República e impida la consolidación del Estado socialista a la cubana que se pretende imponer.
Hoy no empezó el futuro como dijimos en enero del año 90. El futuro empezó ayer y no es tiempo, precisamente, lo que nos está sobrando.
Invocamos la protección de Dios todopoderoso para esta tarea. Pero consciente de que la voluntad de Dios se cumple en la tierra con las ejecutorias de la gente, les pido ayuda y comprensión.
Muchas gracias y que Dios bendiga a Venezuela.
Oswaldo Alvarez Paz
Alianza Popular -Zulia
Maracaibo, 18 de marzo de 2011