HomeElecciónesEDUARDO SEMTEI: Más consejos que nadie pidió

EDUARDO SEMTEI: Más consejos que nadie pidió


El asunto de los poderes
públicos es harto complejo

 

■ El Tribunal Supremo de Justicia no puede ser más chavista.

Bufan vapores rojos y esperan ansiosos que les llegue un “casito” para dictar una sentencia “histórica” a favor del pueblo, que, aquí entre nosotros, sea considerada un acto “magnífico” de adulancia, de lisonjería baratona. Con ojos que languidecen y mirada de quinceañera enamorada, los ilustres magistrados son soldados obedientes del Gran Jefe/Gurú/Sabio. Ay, Señor mío, cómo brindan champagne del bueno en honor y gloria al comandante jefe.

Chávez, ni corto ni perezoso, quizás, en conocimiento previo de que le espera una paliza en las próximas elecciones presidenciales quiso “curarse en salud” y, finalizando el año 2010, decidió nombrar nada menos y nada más que nueve magistrados principales y 32 suplentes, quienes, vergación, aprobaron en forma sobresaliente, previo a su designación y por ante un jurado requeteprobo y neutral, formado por Ruffián, Escarrá y Arias Cárdenas, las materias Rojo I, Rojo II, Endógeno I, Endógeno II, Seminario I de Patria, Socialismo o Muerte y Tesis de Grado Imperialismo Fase Superior del Capitalismo, requisitos indispensables para su designación “magistradorial”. Por si acaso una vaina y se le ocurre a algún loco dictar sentencia condenatoria por corrupción a uno o varios capitostes del régimen que anda muriendo lentamente.

Bueno, ese es el TSJ que tenemos. Ahora, digo yo, a mis queridos amigos magistrados: ¿no sería lógico que aquellos de ustedes que juraron fidelidad, obediencia y subordinación al líder y su SS XXI, y comprometieron su cuerpo y su alma al chavismo, contemplaran humildemente la posibilidad de renunciar en el momento en que se derrumbe este parapeto de gobierno? Eso, digo yo, para que otros, precisamente, puedan ser nombrados de común acuerdo entre chavistas y demócratas por la actual Asamblea Nacional y, de esa manera, representen el sistema judicial de equilibrio que urgentemente necesita la Patria de Bolívar.

Díganme ustedes: señor contralor, señora fiscal y señorita defensora. Mr Controlator quien con sus rodillitas flacas, desvencijadas y escarapeladas, y en un gesto sublime, jura, una y otra vez, rodilla en tierra, que Chávez, así reza su homilía jaculatoria que corre inserta como editorial en la revista de la CGR correspondiente a su último aniversario, es el presidente en la historia del mundo que más ha contribuido a la lucha contra la corrupción.

Ay, Mr Controlator me imagino que después de decir eso usted tendrá la decencia, en uso de las últimas fibras de moral que le acompañan, de presentar su renuncia la noche misma en que anuncien la victoria de las fuerzas democráticas en las elecciones presidenciales de 2012.

Por su parte Miss Generala Prosecutara (femenino de prosecutor) deberá seguir los pasos renunciantes de Tristán y dedicarse, por ejemplo, a cultivos oligopónicos, alimentar sus perros o dedicarse para siempre al arte del birding.

Con Gabrielita, la defensora, no me meto mucho, sé que ella tiene suficientes reservas ciudadanas y políticas para entender que no debería seguir trabajando en tal cargo, llegado el momento en que Chávez suelte la silla.

Amigos todos, rindo tributo al sabio anticipado y genial que fue Andrés Eloy Blanco, cuyo poema “La renuncia”, tan oportuno, viene al caso. Termino con una versión libre.

He renunciado a ti. No era posible. Ni como carne ni masco chicle. Fueron vapores. Más bien olores o sinsabores. Que horrores.


Por: EDUARDO SEMTEI ALVARADO
esalvarado1000@yahoo.com
Política | Opinión
EL NACIONAL