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Thursday, November 21, 2024
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El Editorial: Contra los obreros, La nueva justicia

El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera estába preso desde septiembre de 2009, tras haber organizado una huelga de empleados de la compañía siderúrgica.

Contra los obreros
la nueva justicia

 

Que una jueza del estado Bolívar, la señora Magda Hidalgo, haya condenado al dirigente sindical Rubén González a más de siete años de prisión por los supuestos delitos de “instigación a delinquir, violación de zona de seguridad, agavillamiento y coacción a la libertad de trabajo”, nos indica hacia dónde se mueve la nueva justicia bolivariana luego de doce años de revolución.

La jueza Magda Hidalgo sabe muy bien quién es Rubén González, como lo sabe todo el mundo en Guayana: un dirigente sindical de larga data, un luchador incansable con más de 27 años trabajando en Ferrominera, sin que nadie le pueda lanzar a la cara la ofensa de haberse quebrado en su línea de conducta.

Pero ¿qué fue lo que hizo Rubén González para provocar la ira del Gobierno, y de paso, de la Fiscalía bolivariana que le levantó un expediente tan voluminoso que parecía más bien el de un capo del narcotráfico? Pues Rubén González salió a la calle a protestar por los derechos de los obreros como corresponde a un dirigente sindical que exige que el Estado cumpla cabalmente con los términos establecidos en el contrato colectivo, violado con insistencia digna de mejor causa por los patrones oficialistas.

Ese es el inmenso y peligrosísimo delito del dirigente sindical Rubén González. Y no existe otro, por más que la Fiscalía enrede y desenrede el asunto para demostrar que el acusado es una amenaza para la sociedad. Que se le señale como un hombre que “instiga a delinquir” es una prueba de la ceguera de la nueva justicia que actúa con criterios que, se supone, no pueden seguir vigentes porque corresponden a las “cúpulas podridas” del pasado.

Pero la revolución a la hora de reprimir con los cuerpos policiales, la Guardia Nacional Bolivariana, la Fiscalía y sus jueces afectos, no se para en mientes al momento de castigar con los viejos métodos a las expresiones de rebeldía de la dirigencia sindical de los nuevos tiempos. Nada parece haber cambiado para quienes, como dirigentes sindicales, combatieron con ardor la cuarta y ahora se enfrentan con el mismo vigor a la quinta república.

A Rubén González se le acusa además de “violación de zona de seguridad”. La verdad es que a los venezolanos normales y corrientes esa acusación nos deja con los ojos claros y sin vista.

¿De dónde salió eso y con qué se come? Pues más vale que usted, amable lector, se aprenda rápidamente dónde están esas benditas zonas de seguridad que, sin duda alguna, inventaron los militares rojitos.

A lo mejor usted va de lo más tranquilo hacia el mercado de Coche a comprar las vituallas para su sancocho del domingo y ¡zas! entra sin saberlo en una zona de seguridad porque está en los alrededores de Fuerte Tiuna. Y ahí usted pierde sus derechos humanos porque está en una “zona de seguridad”. Y si vive alrededor de La Casona pues está frito y no se le ocurra protestar. Y si protesta entonces le pasa lo que a Rubén González: va preso.


Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL