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ABC: Leopoldo López planta cara a Chávez

El líder opositor Leopoldo López, inhabilitado por el Gobierno de Hugo Chávez, presentará su caso ante la Corte.

“Me siento preso aunque
esté en libertad…”

 

■   Leopoldo López planta cara a Chávez y a su sistema de inhabilitación política a dedo.

■   El líder opositor, inhabilitado por el Gobierno venezolano, presenta su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuyo fallo será vinculante para todos los miembros de la OEA.

Leopoldo López era el favorito en las encuestras a la alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas (uno de los cargos políticos más importantes de Venezuela) cuando, en agosto de 2008, al ir a inscribirse como candidato, la computadora le escupió un mensaje corto y demoledor: “López Mendoza, Leopoldo Eduardo. Esta persona se encuentra inhabilitada políticamente”. Fue entonces cuando este joven político, uno de los más populares en las redes sociales, alcalde del municipio de Chacao entre 2000 y 2008, inició un duro peregrinaje en busca de sus derechos políticos perdidos.

El Gobierno de Hugo Chávez lo borró del mapa electoral a través de dos sanciones administrativas. Una decisión que, según defiende López, es anticonstitucional. Y lo es porque la Constitución venezolana establece que los derechos políticos “sólo podrán ser suspendidos por una decisión penal definitivamente firme”. López ni ha ido a juicio, ni ha sido condenado. Su pecado, según el chavismo, fue pagar a maestros, policías y bomberos de Chacao con dinero asignado para el alumbrado. La otra sanción está relacionada con una donación de PDVSA, donde su madre trabajaba, al movimiento en el que él militaba, Primero Justicia.

López denunció su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que concluyó que el Estado venezolano violó sus derechos, solicitando la anulación de esa inhabilitación. Y hoy está en Costa Rica, donde este martes y miércoles la Corte Interamericana de Derechos Humanos celebrará una audiencia pública para dirimir si lo inhabilitaron de forma arbitraria.

El suyo ha sido un paso de gigante por dos razones. Por un lado, porque será la primera vez que la Comisión demanda ante la Corte a un miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA) por la violación del artículo 23, que regula el ejercicio de los derechos políticos. Y por otro, porque la decisión de la Corte será vinculante para todos los países de la OEA y sentará jurisprudencia en otros casos similares.

«Me siento preso aunque esté en libertad»

“Quiero ser escuchado por jueces imparciales, ya que en mi país no me han dado la oportunidad”, afirma López a ABC, en conversación telefónica desde San José. “Lo que sentí en 2008 fue una tremenda frustración. Y desde entonces, como inhabilitado político, me siento preso aunque esté en libertad”.

El suyo es uno de los ejemplos más sangrantes (con dos inhabilitaciones de tres y seis años que le impedirían presentarse a las elecciones hasta el 2014) de los 575 inhabilitados políticos que existen en este momento en Venezuela. “Por eso siempre hablo en plural”, insiste López. “Porque somos muchos en la misma situación. Aquí está en juego la democracia venezolana”.

Chávez está obligado a acatar la decisión del tribunal, jurídica y políticamente. “Si lo hace, demostrará respeto a nuestra Constitución y al ámbito interamericano. Si no, veremos su miedo y vulnerabilidad”.

El coordinador nacional del partido Voluntad Popular tendrá que esperar entre tres y cinco meses para escuchar el fallo. “Primero necesito recuperar mis derechos políticos y después anuciaré el siguiente paso”, apunta el ex alcalde de Chacao, que suena a presidenciable para 2012. Eso sí, antes tendrá que pasar por las primarias del bloque opositor, la Mesa de Unidad Nacional, que se celebrarán en algún momento entre diciembre de 2011 y marzo de 2012.

La inhabilitación como persecución:

Hasta ahora, más de 1.000 personas han sido inhabilitadas políticamente en Venezuela. “A través de este sistema de inhabilitaciones pierdes tus derechos políticos, pero también la posibilidad de ser empleado público”, recuerda López. Y eso en un país donde más de la mitad de la fuerza laboral está relacionada de alguna forma con el Estado, hace mucho daño.

“Este dictamen será crucial para el futuro de nuestra democracia al impedir que se siga utilizando la inhabilitación política como una herramienta de persecución y debilitamiento de derechos”, concluye López, denunciando una vez más cómo Chávez se quita de encima a los opositores. “Si no lo paramos seguirá inhabilitando a los más fuertes para acabar imponiendo a los candidatos que menos daño le hagan”.


Por: noelia sastre / madrid