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Lenín Valero: La cola de la pensión

“No es un problema de dinero, es falta
de conciencia y de sensibilidad social”

 

Mi padre (93 años) salió temprano de la finca y le dijo al chofer: “vamos para el banco”. Al entrar, el vigilante le dijo: “¡mayor!, la cola para los pensionados es por allí”. No amigo, yo no soy pensionado, soy accionista del banco. Yo no me jubilo, porque mi descanso será el descanso eterno. Ahora- me comentó un día- yo no soy más feliz que los que estaban en cola, porque el gran problema de la vejez no es la falta de dinero, sino la soledad.

Argenis Bravo, ese gran periodista nacido en la Sierra de Falcón, cobra la pensión de jubilación del Seguro Social, al igual que yo. Al comienzo se hacía acompañar del otro inolvidable periodista Adalberto Toledo, ya fallecido. Ahora lo hace conmigo. En la cola sondeamos la opinión de la gente. Nadie siente que el pago es un regalo del gobierno:

“Esto me lo gané yo”, dicen. Allí se escuchan los miles cuentos, anécdotas y a veces nos dan hasta primicias, como eso de que fulano se sacó una de 20 años. Uno observa que se sienten contentos porque encuentran con quien hablar. Allí no hay soledad, lo que hay es desconsideración, insensibilidad y falta de respeto por parte del Estado venezolano para con quienes durante toda su vida han dado lo mejor a su Patria.

No es un problema de dinero, como dice mi padre. Es falta de conciencia y de sensibilidad social, sabiendo el propio gobierno que existe la tecnología para una mejor forma de pago. Humillar a un anciano es ultrajar la historia de la vida. Hoy más que nunca necesitamos un Estado moderno no militarizado, sino con conciencia humanista. Además, el envejecimiento del hombre y la mujer en el mundo, ya no es un proceso demográfico exclusivo de los países desarrollados, y en especial de la vieja Europa, ahora se puede afirmar que todas las naciones y regiones del mundo están experimentando este fenómeno.

Actualmente los países desarrollados se encuentran entre el 16 y 17 por ciento de población de 65 años y más, respecto del total. Las Naciones Unidas en sus proyecciones, consideran que estos países alcanzarán el 25,9 por ciento en el 2050. Y en esa misma fecha, los países en desarrollo, como el caso de Venezuela, habrán pasado al 14,3 por ciento del 5,1 por ciento que estaban en el año 2000; es decir, sin alcanzar el nivel de los desarrollados, el proceso habrá sido más rápido, casi triplicando su proporción en sólo 50 años. El envejecimiento de la población carece de precedentes en la historia de la humanidad. Es un fenómeno profundo y tiene importantes consecuencias en todas las facetas de la vida humana, lo que habrá de influir en los patrones de voto y en el diseño de los programas electorales de cada país donde haya democracia, por supuesto.

En Venezuela se asoma ahora la posibilidad, una vez que se elija al nuevo Presidente de la República, de preparar en la antesala, una política de Estado de protección social a la vejez que incluya un proyecto de ley y armar la estructura gubernamental que le permita a la sociedad ofrecer algún tipo de respuesta a la esperanza y al estilo de vida, a las formas de convivencia, a las relaciones personales, actividades y uso del tiempo, a la salud, a la atención de los servicios sociales, sanitarios y medicamentos que le den protección social a la vejez. Estimar los planes y fondos de pensiones y en general los recursos económicos destinados a la protección social de los hombres y mujeres de la tercera edad. Es un auténtico reto o desafío para los responsables políticos. Podemos decirles al oído que preparen este programa para que la cola de los pensionados nos quede sólo como un mal recuerdo. Necesitamos un Estado moderno y podemos mirar hacia Japón, líder en esperanza de vida más longeva, y España que está a la cabeza de la Unión Europea en esta materia. Por ahora, mañana nos vemos en la cola.Por: Lenín Valero


Periodista leninvalero1@hotmail.com
@valeromarquez

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