“¿No y que ser rico era malo?”

–­Se le ha visto muy callada en el Parlamento…

-­Tengo mi temperamento.

-Cuando me toque el derecho de palabra exigiré respeto a mis derechos y a los de mis colegas.

–­Mientras, ¿lleva la procesión por dentro? ­He venido sufriendo un estrés masivo ante la impotencia de ver tantas cosas negativas.

–­¿Algún encuentro fuera de cámara? ­

-En el baño de la Asamblea una diputada revolucionaria comentó: ¡Huele a tierrúa! Le dije que estaba equivocada y que yo, que vivía en un barrio, usaba Paloma Picasso, un perfume mejor que el de ella; y que ante su conducta yo representaba mejor al ser humano. Para llegar a la Asamblea no se necesita ser summa cum laude

­–¿Tiene amigos en el chavismo? ­

-¡Uff!, como arroz picao’. ¡Y me aman!

–­¿A cuántos ha convencido de brincar la talanquera?

– ­¡Tantos! Uno de los más importantes y recientes fue el dirigente comunitario Johnny Rivas.

–­¿Le gustaría que el Presidente la saludara personalmente?

– ­No me interesa.

–­De hacerlo, ¿qué le diría? ­

-Presidente, ¿por qué usted nos odia tanto?

­–¿Y si él le pidiera colaborar con la revolución?

– ­Todavía no sé de qué se trata esta revolución (risas).

­–¿Le hace reír el proceso? ­

-Sobre todo una vez cuando en un desfile militar un muchacho trató de acercarse a Chávez para pedirle algo y éste hizo la expresión de hacerse el loco, ¡y lo que estaba era asustado!

–­¿Quiénes del bravo pueblo son más bravos: los hombres o las mujeres? ­

-Las mujeres. Los hombres son bravos cuando los provocan. Nosotras siempre estamos a la defensiva y picamos adelante. Eso sí, detrás de un hombre exitoso siempre hay una mujer.

­–¿Cómo reacciona si la provocan? ­

-Dando un consejo: mejor deja quieto al que está quieto.

­–¿Ante las barras oficialistas?

– ­No soy Tamakún, pero ante la vulgaridad, los insultos y las vejaciones de esas barras, deberían acompañarnos nuestros familiares y amigos.

­–¿Llegaría a los puños? ­

-No tengo esa mentalidad, ni daré ese ejemplo a mi pueblo.

­–¿Si la acusan de puntofijista? ­

-Soy venezolana de la primera a la quinta república. Eso sí, en la cuarta no había necesidad de arrastrarse, sacar un carnet o ponerse una franela roja para tener empleo. En esa época yo tuve ¡cinco trabajos a la vez! Además, ¡qué hablan si todos ellos vienen de los partidos de la cuarta!

–­¿Y si los oficialistas la invitan a una fiesta?

– ­(Risas) ¡Qué va!, yo no voy a una parte donde no conozco el melao.

­–¿Una sugerencia al adversario?

– ­Ojalá mis colegas oficialistas fueran, sin escoltas, al cerro donde yo vivo en Antímano, donde muchas veces tenemos que dormir en el suelo para evitar las balas perdidas de la delincuencia.

–­¿Una debilidad? ­

-Soy sentimental.

­–¿Un placer? ­

-Ver feliz a las personas.

­–¿Un pecadillo? ­

-Sería incumplir mis promesas.

–­¿Una adicción? ­

-Lo bonito.

–­¿Lo más bonito que le han dicho en la calle?

– ­¡Rosaura, yo di mi voto para que tú llegaras a la Asamblea!

­–¿Lo más feo?

­-Te voy a quitá la vida.

­–¿A quién teme? ­

-A Dios, y a mi papá cuando me pelaba (risas).

–­¿Qué lee? ­

-Prensa, libros de historia y poemas. Soy muy poética.

–­¿Un recuerdo infantil?

-­Las muñecas pelonas.

–­¿Su serie de TV? ­

-Era asidua de RCTV.

­–¿Un héroe?

 -­Antonio Ledezma.

­–¿Un militar? ­

-Iván Ballesteros.

–­¿Pasó hambre? ­

-Sí, pero soy como el payaso, por fuera una alegría, pero nadie sabe cómo estoy por dentro.

–­¿Sintió resentimiento? ­

-No, impotencia. Mis oraciones van a todos, amigos, enemigos, visibles e invisibles.

–­¿Ha ido a fiestas de la clase alta? ­

-Toda la vida también me he relacionado con gente de la clase alta.

–­Entre la oligarquía y la boliburguesía…

­-La última critica un pasado que ahora se vacilan. ¿No y que ser rico era malo? ¡Ahora ellos están muy sabrositos, papá!

­–¿La ventaja legislativa de la oposición? ­

-Tenemos un proyecto elaborado frente al país desconocido que ellos presentan. ¡Que vayan a Carapita y Antímano para que vean el trabajo que pasan los damnificados! Hay chavistas light y otros radicales a los que no les entra nada. Ni lavan ni prestan la batea.

–­¿Se sientan cómodos todos en la MUD? ­

-¡Claro que sí!, no es una mesa de focas.

–­¿Una autocrítica? ­

-Todo se ha venido dando, pero hay que meterse más por una sola vía, sin ver para atrás.

–­¿Una aspiración? ­

-Que volvamos a ser como éramos para salir de este meollo.

–­¿Ha pensado en la Presidencia?

– ­¡Claro que sí!

–¿Cree que una jefa de Estado podría guardar un secreto de Estado?

-¿Por qué no? El hombre si es como el diablo: cuando se enamora se vuelve un yoyo.

–¿A qué estaría dispuesta para defender la democracia?

-No a dar mi vida. No morìría por nadie. Sería como decir “patria, socialismo o muerte”.

Lo mío es la vida.

–¿Por qué usted dice que hay que prepararse?

-Porque lo que viene son momentos duros, mi hermano: sin empleo y con educación mocha.

–­¿Su fórmula para acabar con la confrontación en el hemiciclo? ­

-(Risas) Si te la digo me la sabotean.

–­¿Qué pasaría en Venezuela si la Habilitante se convirtiera en vitalicia? ­

-Con esta ley no comemos y nos autodestruimos. Un pueblo es más peligroso cuando reacciona con hambre. Venezuela no será comunista ni socialista, ¡que es la misma cosa!

Por: JOLGUER RODRIGUEZ COSTA
jolguerr@gmail.com
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