Una dama de primera
“¡Qué lagunonón!”, expresó un niño andino cuando vio por primera vez el mar Caribe. Su viaje fue posible gracias al Plan Vacacional de la Fundación del Niño. El fallecimiento de Alicia Pietri de Caldera, el pasado miércoles, recordó a los venezolanos la labor de una dama de primera. En varias entrevistas concedidas a El Nacional resaltó que no le gustaba el mote de primera dama. Sin embargo, al lado de su esposo, Rafael Caldera, presidente de la República entre 1969 y 1974 y nuevamente entre 1994 y 1998, o por iniciativa propia, demostró ser una mujer destacada en todo lo que se proponía, especialmente en planes que involucraran a la infancia. La imagen de algún niño con los cabellos de punta gracias al efecto de la estática siempre será asociada a una que lleva el sello de Pietri: el Museo de los Niños. Los caraqueños también tienen mucho que agradecerle. Cuentan los amigos de doña Alicia que aprovechaba sus movilizaciones en carro para auscultar cada rincón abandonado en la capital. Con “Un cariño para mi ciudad”, el Gobierno y las empresas privadas se aliaron para el rescate de cuanto terreno baldío y abandonado existiera en la urbe.
Por: Redacción
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EL NACIONAL