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ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ: “El dictador destructor”

“Toda autoridad usurpada es
Ineficaz y sus actos son nulos”

 

Artículo 350 Constitucional. “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”.

El dictador regaló el patrimonio público en el extranjero. La ex Pdvsa le suministró los dólares por un rato. Hoy ya no tiene la liquidez que complació sus disparates, ni solvencia para cumplir los compromisos contractuales con los clientes-de-verdad.

El dictador debiera recordar que en 1998 heredó de la democracia una producción petrolera de unos 3 millones de barriles al día. El “dojo-dojito” los redujo magistralmente a 1,3-1,6, obligando a que la compañía chatarra que queda venda hoy menos de 550 mil barriles diariamente a EEUU, el único cliente que paga… y paga cash.

La quebrada petrolera aportó más de 1,1 billones de dólares ($1.100.000.000.000) en 10 años, gracias a las alzas artificiales de la década del 2000. Dinero que el dictador malversó, conjuntamente con sus pretty-eye-ymca boys ganadores de la “condecoración al oprobio”. ¿Facts? Con semejante ingreso, el hombre construyó menos de 300 mil viviendas, ningún hospital de importancia, cero carreteras, no industrias.

El dictador sembró la limosna y parió más de 19 millones de pobres. Éstos la acepta -aparentando sumisión- para preservar la única entrada económica. A fin de cuentas, es dinero de ellos administrado con criterio cubanizante.

El dictador destruyó los quinces y últimos; y patentó el acróbata de esquina y el taxista tipo-Speedy-González. Los contabiliza como trabajadores de la economía informal. Mejor definición: desempleados por la pelazón infernal.

Notoriamente, el dictador acepta la planta insolente cubana en sus guisos. Presumo que admira a los asesinos Castro brothers. Olvida, sin embargo, que son carroñeros que encontraron al… que sale todos los días… y lo agarraron de primero. Lo inequívoco es que los cubanos invasores controlan la vida -vía registros y notarías-, privacidad -control de las telecomunicaciones- y hasta la soberanía de los venezolanos.

El dictador destruyó la capacidad de asombro. Ejemplo: el parque de municiones de Maracay explotó la semana pasada y el guachimán ni se quemó. En paralelo, y a miles de kilómetros, aparecieron 1.300 proyectiles venezolanos en manos de la FARC. Y todo luce natural. Los de siempre son los alebrestados, exponiéndose a imputaciones por violencia de género-y-número -¡sandeces de fiscala dojita!- o 40 tiros a cada hijo.

El dictador destruyó la oposición de TV, la hizo su mejor aliada y juntitos juegan a elecciones en el 2012; “porque el hombre es derrotable”… y cree en el Eastern Bunny too. Y -tal cual- ni gritó al mundo que el dictador hizo party de su golpe fracasado que asesinó cientos de venezolanos. En un país civilizado, alguien estaría encanado o respirando cianuro.

El dictador destruyó el legislativo, ahora inodoro, incoloro e insípido; y el judicial, injusto ahora. Todos ven lejano el capítulo Venezuela de Núremberg. Igual les sucedió a los nacionalsocialistas de Hitler, Mussolini, a Husein, Milosevic.

El pueblo nunca deberá olvidar que la legislación inconstitucional del dictador simplemente se desconoce, por mandato del 350. ¿Las confiscaciones de la propiedad privada, invasiones, las comunas? Se desconocen y oponen. Punto.

Las dictaduras siempre acaban. Lo vimos en Túnez, lo vemos en Egipto. Lo veremos pronto y muy cerca.

El dictador saldrá por el 350. No por elecciones.


ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ
Abogado//Químico romerromero@interlink.net.ve
OPINION | EL UNIVERSAL
jueves 10 de febrero de 2011

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