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Thursday, November 21, 2024
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TENDENCIA: La ortografía naufragó en Internet

Las normas actualizadas de la RAE parecen no importar en los chats y SMS, pero los especialistas dicen que la ciberlingua también requerirá regulaciones.

Niños y jóvenes son parte
del cambio lingüístico

 

Las normas actualizadas de la RAE parecen no importar en los chats y SMS, pero los especialistas dicen que la ciberlingua también requerirá regulaciones

“Hola! X donde vienes? No me 100to bien. :(“. Si Andrés Bello se topase con ese mensaje, probablemente dudaría de que se trate de un texto escrito en lengua española. No hay apertura de los signos de exclamación e interrogación, se combinan números con letras para formar una especie de palabra y, además, se utilizan dos signos de puntuación de manera continua sin ninguna justificación.

La aprobación de la nueva Ortografía de la Real Academia de la Lengua Española pareció no afectar a los usuarios de Internet y SMS. Adolescentes y jóvenes, en especial, han instaurado otra forma de comunicación en castellano con códigos propios que trascienden poco a poco la frontera online y que no significan un error en la codificación del mensaje.

De acuerdo con Francisco Javier Pérez, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello e individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, los idiomas son organismos vivos, pues están conducidos por fuerzas incontrolables que los impulsan a cambiar. En la era de las comunicaciones cibernéticas, la ciberlingua o lengua de Internet se convirtió en el código de comunicación.

“La lengua de Internet hace suyos códigos generales de una lengua natural, procede a abreviaciones, recortes y otros modos de escritura que, entendiéndose como fallos ortográficos en la lengua general, no lo son en la lengua de la comunicación tecnificada”, señaló.

De acuerdo con Lucía Fraca de Barrera, profesora de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y estudiosa de la ciberlingua, los códigos que se han instaurado en la comunicación en Internet y SMS son válidos sólo en ese ámbito.

“En la ciberlingua se expresa la economía del lenguaje, como el poco o nulo empleo de vocales, por ejemplo, “fvr” (favor). De igual manera, se emplean elementos pertenecientes a otros sistemas, como el numérico, pero con valores propios. Verbigracia, “x 100 pr” (por siempre). Los emoticones son pictogramas que tienen también una función particular dentro de esa variedad. Algunos pictogramas se elaboran con signos de puntuación como los paréntesis y las comillas”, explicó.

Cambios desenfrenados:

Los niños, adolescentes y jóvenes encontraron en Internet y los SMS una forma de comunicación distanciada del habla oral.

Sin duda, hoy escriben más que antes, pues la comunicación en línea es básicamente escrita. Pero, ¿escriben mejor? Para Pérez, no escriben ni mejor ni peor, pues los errores que se ven en línea están documentados en Internet, como también quedan reflejados en cualquier otro formato de escritura. El tema de análisis y discusión es la posición de la enseñanza de la lengua en ese panorama fragmentado.

Los escolares practican en sus colegios una lengua cargada de normas estrictas de ortografía y gramática, mientras usan otra en sus celulares o computadoras, con reglas maleables por el colectivo que las crea e implanta.

“No resulta fácil proponer una solución, tomando en cuenta la fuerza difusora que tienen estos últimos sistemas frente a la lengua general. Sin embargo, considero que en la medida en que el hablante madure se pueden generar mecanismos naturales de corrección lingüística, que aligeran la desconcertante forma con que se comienza a escribir en Internet y afines”, afirmó Pérez.

Según Fraca, la función de un docente de lenguaje es enseñar a sus estudiantes a emplear adecuadamente cada uno de los subsistemas, variedades o registros del idioma que el estudiante emplea en la sociedad en la que vive.

“El docente de lengua le enseña al niño el sistema escrito y sus distintas maneras de uso: coloquial, social y académico.

En esa pedagogía, el maestro debería reiterar que cada registro tiene sus normas de uso en relación con los interlocutores, la intencionalidad comunicativa y el registro que debe emplear en cada caso.

Así, por ejemplo, el estudiante no debe dirigirse al director de una escuela de la misma manera que lo hace con sus padres en casa. Esa orientación es válida también para la ciberlingua o la manera de comunicarse por Internet y por SMS”, explicó.

En este caso, el docente deberá entender que la ciberlingua es informal y eminentemente social y, de esta manera, orientará su uso al señalar que no es propia del ámbito escolar y sólo deberá ser empleada cuando se interactúe en Internet o mediante SMS.

De acuerdo con Fraca, se desconoce el futuro de la ciberlingua, pues está en manos de la masa social. “Puede que se consolide o desaparezca.

El colectivo, como en todo lo concerniente al lenguaje, tendrá la última palabra”.

La delgada línea del error:

Basta con colocar la palabra “hay” en el buscador de Twitter para que aparezcan centenares de resultados en los que se utiliza esa forma del verbo “haber” como adverbio de lugar. Errores como ese hay millones en Internet.

A simple vista, pareciera que las redes han causado una deformación de la lengua española, pues son muy evidentes las fallas ortográficas y gramaticales de los cibernautas. Sin embargo, los especialistas consideran que las formas de expresión en línea son una ganancia comunicativa, pues en el ciberespacio hay otra manera de leer.

“Las carencias en la lectura y la escritura convencional son de otra índole, pues el colectivo cibernáutico se entiende y comprende bien sus mensajes. Además, ellos mismos se autorregulan, se corrigen en sus interacciones y saben muy bien cómo comportarse en cualquiera de los subsistemas: oral, escrito y ciberlingüístico. (…) Se deben crear mecanismos para el estudio y análisis de la ciberlingua, y no verla como el error de la escritura o la carencia en los procesos de lectura y escritura. Sería una manera muy simple y poco seria de conceptualizarla”, advirtió Fraca.

Para Pérez, un hablante consciente de lo que vale su lengua y de lo importante que es preservar la coherencia interna del sistema no cometerá errores de escritura, no sólo escribiendo SMS, sino incluso cuando haga una simple lista de productos para comprar en el mercado. “La ortografía debe asumirse como una práctica regular y útil, como vehículo de comprensión cabal de la lengua y no como capricho formal desarraigado”, dijo.

La ciberlingua, aseguró, debe ir creando sus propios códigos ortográficos, pues de lo contrario ya no sería un sistema sino un caos: “La ciberlingua naufragaría en la tempestad de su propia anarquía”.


Por: CAROLINA CONDE
EDUCACIÓN | Política
EL NACIONAL

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