“Mas picante no había en la AN, para
echarle a la sardina o al atún..”
Carlos Gonzalez – Justo Brito y Juan Tabares
No era una contienda en medio de un descampado entre Justo Brito y Juan Tabares; esa que canta sobre una pelea entre dos hombres de pelo en pecho, que se encontraron en una situación inevitable, y la cual los llevó a derramar sangre, por la disputa de una mujer apetecible en medio de un baile.
No. La situación tan ingrata fue en la Asamblea Nacional entre Julio Borges y Diosdado Cabello, cuando ambos diputados se supone que debatirían con respecto al malogrado discurso de “presentación de cuentas”del Presidente Chávez , el cual francamente fue deprimente y tambaleante en opinión de éste humilde cronista, que si fuera mesa, se iba de un lado por carencia de las patas necesarias..
Pero, el diputado Borges señalaba que Don Regalón – o sea el presidente para mejores señas-, se la ha pasado precisamente regalando fondos a diestra y siniestra en el extranjero y aquí tenemos problemas serios que atender, como los damnificados por las lluvias precisamente, que existen desde hace 10 años, cuando los acontecimientos de Vargas, por aquella vaguada tan desastrosa.
El diputado Cabello no se hizo rogar y ya venía preparado para exponer a la luz pública –como si fueran prendas íntimas- una serie de copias de cheques cobrados por Borges en representación de Primero Justicia en 1998 ante PDVSA, como si allí hubiese delito. Parecía una denuncia sin cabeza y fuera de lugar, pero en el hemiciclo todo se vale, incluso los chismes y actos denigrantes al mejor estilo de Mario Silva y Alberto Nolia en el canal del Estado..
Lo cierto, es que el diputado Borges solicitó la replica y manifestó que se siente orgulloso de la función financiada por esos entes nacionales e internacionales en el desarrollo de la justicia de paz y que si el pato y la guacharaca.
Y como Borges no es mocho, entonces acusó al diputado Cabello de haber salido de la gobernación de Miranda con 20 denuncias por corrupción y malversación de fondos públicos por mas de 350 millones de bolívares. Mas picante no había para echarle a la sardina o al atún, según sea el caso y el gusto.
Lo interesante de esta disputa -de casa de vecindad-, es que se le debe dar curso a ambas denuncias ante la fiscalía y los tribunales competentes. No me parece justo que un diputado quede ante el país como un buscador de fondos para su gestión pública o personal, utilizando influencias y tampoco me parece justo que si el ex gobernador Diosdado Cabello es inocente, ello no sea demostrado con contundencia ante la opinión pública. Y lave su imagen de hombre correcto y que no quede como un vulgar funcionario enriquecido con el dinero de todos los venezolanos.
Ya está bueno que se dejen correr bolas por todas partes, que si fulanito es dueño de tal sardinera o atunera; que si sutanito era socio de tal banco pro-gobierno, o que si perencejo está construyendo un chalet en España con plata obtenida dolosamente. ¡ A los tribunales hasta que corra la sangre, emulando a Justo Brito y Juan Tabares ¡
LUIS ALFREDO RAPOZO
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
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