Corrupción al desnudo:
Dioscaco y el PSUV
Qué maravilloso efecto han logrado los votos de los venezolanos honestos, democráticos y críticos en la primera sesión de la Asamblea Nacional, cuando las voces disidentes le han dado una verdadera paliza a los disfuncionales representantes del oficialismo corrupto. Gracias también a la televisión por difundir este primer debate en el cual la oposición no ha perdido el tiempo y colocado el dedo en la llaga, en especial en esa herida purulenta del bolivarianismo corrupto que fue el paso de Dioscaco por la administración regional.
Ahora van a saber lo que es bueno los corruptos que han engordado durante doce años teniendo a favor las predilecciones del dueño del poder. El látigo llega a esos militares convertidos en cuasi dirigentes revolucionarios pero que jamás gozaron de la confianza de los comisarios políticos cubanos. Hoy están caminando en la cuerda floja porque, como todo el mundo lo sabe en el PSUV, de la boca para afuera son pro-cubanos pero en su fuero interno siguen siendo fascistas redomados.
No son pocos los alcaldes y gobernadores rojitos que se han quejado del maltrato de los militares que gobiernan en las regiones y que deciden las cuestiones fundamentales desde las guarniciones. Es conocido el caso en el cual Dioscaco paralizó un tramo de la autopista a Oriente con Anzoátegui simplemente porque el gobernador Tarek era “demasiado pro-cubano”. Allá ellos, pero quienes sufren las consecuencias de esas peleas son los usuarios que demoran ocho horas en llegar a Puerto La Cruz cuando antes, en la cuarta república, se tardaban cinco horas.
De manera que los militantes marxistas tendrán que cargar como el hombre del bacalao de la Emulsión de Scott con Dioscaco y sus pillerías que, por lo que se sabe, dan para decenas de sesiones turbulentas de la Asamblea Nacional. Esto resulta muy didáctico para los venezolanos que creen firmemente que quienes han incurrido en prácticas de corrupción deben ser investigados a fondo. Pero no, claro está, por esa tortuga artrítica que maneja la Contraloría, sino por los nuevos asambleístas que ha elegido el pueblo para revisar si ha habido o no un pulcro manejo de los dineros públicos.
Quienes han estado al frente de los ministerios, gobernaciones y alcaldías no deben temer al escrutinio de sus vidas y de sus bienes porque así lo exige el pueblo que los eligió. Venezuela es un pueblo chiquito y ahora más cuando los agentes del G-2 cubano manejan toda la información que el Presidente les pide sobre los funcionarios del Gobierno y sus allegados. Ya no hay nada oculto bajo el sol, todo está debidamente clasificado y dirigido a las memorias informáticas de Miraflores.
De manera que el destino de Dioscaco está en las manos de sus enemigos cercanos que, paradójicamente, son sus “compañeros de partido”. Y también de la oposición democrática que ya dijo que lo tiene en la mira. A lo mejor lo nombran embajador. Feliz viaje.
Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL
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