El control del poder basado
en la utilización de la FAN
Los venezolanos vieron en Chávez la utopía del redentor, que sacaría a Venezuela del paradigma del pobre país rico, especialmente por haberse vendido en su campaña electoral como un hombre desprendido de toda ambición económica, una especie de salvador militar enfundado en su uniforme de paracaidista.
Hugo Chávez Frías, Teniente Coronel del Ejército de Venezuela, llego a la Presidencia de la República en 1998. El 2 de febrero de 1999 recibe la banda presidencial de quien le indulto el 26 de marzo de 1994, a pesar de haber liderado un intento de golpe de Estado que cobro la vida de más de 50 personas, incluidos 17 soldados, algunos de ellos por causas auténticamente criminales y no heroicas, producto de las acciones contra el Palacio de Miraflores y la Carlota, principalmente el 4 de febrero de 1992.
Una vez proclamado Presidente, comenzó a implantar la Doctrina de Seguridad Nacional de la llamada Revolución Bolivariana un proyecto de control del poder basado en la utilización de la FAN como instrumento personalísimo de control del aparato burocrático y de intimidación de la sociedad. En julio de 1999, a los cinco meses de haber asumido el poder, Hugo Chávez Frías viola la Constitución Nacional al ascender a 34 oficiales superiores de la Fuerza Armada Nacional (FAN), que habían sido vetados por el Senado de la República; dando signos claros de su talante antidemocrático.
De redomado seductor de personas, conquistó a civiles y militares por igual. Los venezolanos vieron en Chávez la utopía del redentor, que sacaría a Venezuela del paradigma del pobre país rico, especialmente por haberse vendido en su campaña electoral como un hombre desprendido de toda ambición económica, una especie de salvador militar enfundado en su uniforme de paracaidista para la imaginación colectiva de un país y con su “por ahora”, que venía a cobrar la revancha de una nación eternamente insatisfecha en las promesas repetidas mil veces en sus dos siglos de historia.
El Plan Bolívar 2000 rápidamente devela el semblante corrupto del Proyecto de Chávez con los militares. También el empeño de involucrar a la FAN en la gestión pública, su propósito de subordinar a la sociedad civil bajo un esquema militar que no admite disenso. Había suficiente caldo de frustración respecto al pasado en la sociedad venezolana, pero también en la FAN, conformada en su núcleo duro por promociones de los 80 y de los 90, que claramente conocieron los estertores de una democracia incompleta y castrante en la oportunidad de oro que tuvo de echar las raíces de una potencia llamada Venezuela.
Chavéz supo aprovechar para empezar la primera gran depuración de la FAN, que no había podido adelantar en el 2002, por las circunstancias en las que se dieron los acontecimientos entonces.
Tres hitos militares marcarían el rumbo de la FAN:
■ El Primer hito: El 11 de Abril de 2002, que a despecho del seductor se vio traicionado por fieles colaboradores hasta ese día y la casi totalidad de la FAN, que tardíamente, muy tardíamente, reacciona por conveniencia y ante el escandaloso y repugnante comportamiento de un individuo, llamado Carmona, que rodeado de militares sin tropa pretendió un atajo con soberbia y total incomprensión de los vasos comunicantes de la trama del poder, especialmente del poder militar. Sólo basto que el Ejército quedara por fuera de la componenda para abortar el peligroso camino que desde los primeros segundos de su estadía en Miraflores amenazó a un país decente…
■ El segundo hito: El 22 de octubre, la rebelión desarmada de Plaza Altamira, un nuevo intento desesperado de atajo estimulado por la creciente decepción nacional que un grupo de militares creyó interpretar sin riesgo de su propia integridad personal, convirtiéndola rápidamente en una cándida oportunidad que Chavéz supo aprovechar para empezar la primera gran depuración de la Fuerza Armada Nacional (FAN), que no había podido adelantar en el 2002, por las circunstancias en las que se dieron los acontecimientos entonces.
Un intento de golpe con rostro civil, si se quiere, que permitió a Chávez eludir judicializar a militar alguno, sólo a quien fue designado por superiores su custodio en las horas en las que abandono y entrego el poder, al que regresó, no como se ha repetido por el vencedor fortuito de la jornada “por una acción reivindicatoria del pueblo y la FAN”; sino, como hemos señalado, por desacuerdo entre los militares con poder de fuego y los que no lo tenían.
Estos últimos, los que lograron por cierto entrar a Miraflores primero, sin ascendencia sobre subalternos y por no comandar unidad alguna con poder de combate, cuestión que probablemente siempre supieron seria su punto mas débil, frente a sus competidores militares que callaron de manera sospechosa para la historia hasta la noche del 12 de Abril, algunos, otros incluso hasta el 13 de Abril, dando un giro de 180 grados en su posición que muchos por cierto vieron internamente, pues si algo es claro en la FAN, es que todos se conocen…
■ El tercero de los hitos: La creación de la Milicia Nacional Bolivariana en el 2005, el partido armado de la revolución. Un hecho sin precedentes que puso en tensión una vez más a la FAN. A tal punto que fue necesario reformar por primera vez en el gobierno de Chávez la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, con el fin de buscar desesperadamente un respaldo legal que jamás pudo encontrar, por ser contraria a la Constitución.
Esto marcaría claramente el punto de partida para involucrar lo militar en una afrenta permanente a la Constitución. El reparto de armas sin control a grupos armados al margen de la Ley y la amenaza de su utilización contra los propios venezolanos, asignándoles funciones de inteligencia social en los consejos comunales e instituciones publicas.
(Esta historia continuará…)
Por: Rocío San Miguel