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NELSON BOCARANDA SARDI: Runrunes » (Martes 11 de enero de 2011)

ALTO

 
¡A REFUGIARSE!. Teniendo como unos de sus principales atributos -entre otros mucho peores- la improvisación, la mentira y la manipulación mediática, el régimen chavista hace esfuerzos para que el país no se entere de las verdades que vienen aflorando en los distintos refugios que alojan a cientos de damnificados. Contrastando con la efectividad de los vecinos colombianos -donde las cifras de muertos y desalojados nos sobrepasan en más de cien veces pero que con la confluencia de los sectores público y privado ha dado respuesta sin “leyes habilitantes, expropiaciones o invasiones de la propiedad privada”- la realidad que lleva dentro de sus entrañas esta robolución de pacotilla y corrupción nos dejará asombrados. Es así que paso a enumerar, en una especie de inventario, lo que está aconteciendo tras la fachada de despachos presidenciales, ministeriales, bancarios, aeroportuarios, petroleros, escolares y de cualquiera otra roja ralea. Comenzando por el Palacio de Miraflores, donde Chávez anunciara con bombos y platillos que colocaría a los humildes damnificados en su propio despacho, se descubrió desde ese día que los “invitados por un año, más o menos” están colocados en el estacionamiento subterráneo del edificio a unos “50 metros de mi despacho”. Sí, pero a 50 metros bajo tierra de su pulido piso presidencial. He allí, una vez más como tantas en estos doce años, que la lengua fue castigo del gordo cuerpo del caudillo. Sus “dignificados” se le metieron en el despacho la noche del pasado 29 y se llevaron, además de la réplica (¿qué número? de la espada del Libertador, una computadora y útiles de oficina. Por ese motivo y la rabieta que -con razón- cogió el único inquilino autorizado de la “casa de Misia Jacinta”, ya no los dejan pasar al área presidencial, al Despacho 1 y a la fuente central desde donde se transmitió aquel programa con los niños jugando y recibiendo regalos -¿hasta de transnacionales a las que se les exigió cooperar?- en una de sus tantas manipuladoras cadenas desde Octubre. Solo pueden acceder ahora al Palacio Blanco sin tropiezos. En la cancillería la situación es similar. La sede del ministerio en Carmelitas pasa ahora por la quinta remodelación en tiempos de Maduro para colocar baños y duchas, inventar dormitorios y colocar cuartos improvisados bajo el lema lanzado por el comandante desde El Calvario: “a mí me gusta un rancho, pero bien hecho”. Como lo denunciáramos vía Twitter hace semanas, la sede de la biblioteca donde se alojaba la historia diplomática de Venezuela en sus archivos centenarios fue desalojada para meter refugiados con sus niños pues “allí pueden jugar en su patio y usar sus paredes como pizarrones improvisados…luego se vuelven a pintar Nicolás”. Esos documentos, más muchos de otras oficinas, fueron a parar a un galpón en la zona de San Martín sin ningún tipo de protección o cuido debido como pasó con las obras de arte del Museo Alejandro Otero. La colocación de desplazados de la zona del 23 de Enero en la torre del MRE y en el Palacio Blanco ha dado pie a una serie de ¿rumores? sobre colocación de escudos humanos al estilo Gadafi en Libia o de francotiradores para proteger a Miraflores. El tema, conversado por los uniformados, es tabú para los civiles. El verdadero calvario para los trasladados es a la hora de usar los baños. Las colas son caóticas. Ya hasta hay quien guarda un turno por unas monedas para darle prioridad a sus clientes. Recordemos que en la improvisación los llevaron a edificios públicos donde no hay regaderas sino pocetas y urinarios, no hay ventanas en todas las oficinas y los accesos están limitados. Solo en las zonas de seguridad hay una o dos duchas disponibles para el personal de guardia…

CATEGORIAS: Las cifras que se manejan hoy dan un aproximado de BsF. 60 por golpe para las comidas, lo que equivale a 3 por refugiado. Los servicios de alimentación de los cuatro componentes militares no se dan abasto pues tienen que alimentar a las tropas. A cien personas por refugio por siete días por tres raciones la logística los hace contratar comidas a servicios privados que exigen el pago previo ante experiencias pasadas. Por ejemplo, en el Círculo Militar a los “huéspedes” que tiene la Vicepresidencia allí alojados se les da habitación, comidas y servicio de lavandería por órdenes de Jaua. Los damnificados alojados en el hotel El Conde no quieren compartir baños ni comida con los alojados en la Casa Amarilla pues “nosotros estamos aquí por el alcalde Jorge Rodríguez y los “invasores” – así los llaman- son de Maduro”. La Floresta es la urbanización del Este con más refugiados pues en La Estancia de Pdvsa, en el ministerio de Turismo y en la quinta San Antonio, propiedad de Minerven, hay más de un centenar. Las carpas en La Carlota -y ayer en los campos de golf de Caraballeda- son parte de un show para la opinión pública y los avances de Telesur y VTV.

En Fuerte Tiuna los militares colocaron cercas alrededor del sitio donde están los “dignificados” para evitar “el malandraje” que ya sufrieron en otra ocasión cuando hasta en las casas de la oficialidad se metieron. Si bien es cierto que pagan justos por pecadores, el que me informa me explica que como el caudillo les ha dado patente de corso para delinquir ante “la necesidad” solo quieren protegerse de situaciones peores. En el regimiento Guardia de Honor la situación no es diferente. Los uniformados son hoy simples niñeros de aquellos que se van apenas desayunan, regresan al almuerzo y se pierden hasta la noche. Las rencillas entre los beneficiarios aumentan sobre todo en la noche y apenas despunta el sol cuando corren a los baños de la tropa. Los ministerios del Trabajo y la Salud, donde al igual que en la torre del de Exteriores sacaron al personal a sus casas “hasta nuevo aviso” pasan por lo mismo. La apresurada e improvisada construcción de tabiques y baños en edificios de los años 50 -bajo el Gobierno de Pérez Jiménez- deteriora el quehacer diario de los funcionarios públicos y augura peores problemas. Entre alojados en sede del Banco de Venezuela el ministro repartió bonos decembrinos. Llegó con solo 30 y eran más de 150. Protestaron. Al día siguiente regresó con el resto. Todos los que allí estaban se fueron apenas cobraron “pues estamos mejor en la calle”…

ESTO NO ES UN JUEGO… En medio de la discusión de la nueva ley del Deporte las instalaciones dependientes del Ministerio de Deportes tienen 4704 personas alojadas. El estadio Brígido Iriarte, el Poliedrito, el complejo Naciones Unidas y las instalaciones de Montalbán han sufrido rigores similares. El fin de semana los refugiados entraron a las sedes de las federaciones deportivas y sacaron para el patio todo el mobiliario. Un solo baño activado mientras traen portátiles. Los atletas sienten que su entrenamiento para el medallero panamericano se afectará pues el alojamiento será por tiempo indefinido. A velocidad roja rojita…


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NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
martes 11 de enero de 2011
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