El país de más alta inflación en
2010 y el segundo en 2009
La crisis derivada de las lluvias torrenciales que llenaron de damnificados todo el territorio nacional, cifra que supera las 100.000 personas, y que obligaron por primera vez en la historia a una suspensión prolongada de clases, demostró el grado de incompetencia del Gobierno nacional. Sabemos que tuvimos el deslave/ aguada del estado Vargas en el año 1999. Sabemos igualmente, y Carlos Genatios se encarga de recordárnoslo cada vez que llueve, y cuánta razón tiene el hombre, que las obras y desarrollos diseñados para evitar futuras desgracias se degradó, y se convirtieron poco después en un festín de millones para zánganos y corruptos.
Después vino la vaguada de 2004 en Caracas y Vargas fundamentalmente, y otra vez miles y miles de damnificados a quienes se les ofreció vivienda, trabajo y pan. Yo lo sé, estaba allí, no les dieron ninguna vivienda, todos regresaron a sus ranchos donde se oye triste sonar la lluvia sobre los techos de cartón. El fracaso de la política de vivienda es suficiente razón para que la prudencia aconseje la renuncia, pero sigamos el cuento.
La dolorosa experiencia de 1999 y 2004 no sirvió para nada. El Gobierno no aprendió ni pizca. En estos momentos decembrinos de 2010, nos agarró la llovedera nacional, carajo, pero sin un plancito mínimo. Las críticas formuladas por Antonio Rivero y Carlos Genatios son suficientes argumentos para un haraquiri político. No teníamos ni un solo refugio preparado. No teníamos ni una sola carpa lista para albergar. No teníamos ni un mocho sistema de distribución de alimentos, bebidas, calzado y vestido. No teníamos transporte y, además de esa vaina tan terrible, el Presidente se empeñó en desconocer la existencia de los gobiernos subnacionales y locales de Zulia y Miranda, dos de los estados más afectados. A más de la tragedia, la división entre los venezolanos otra vez trepidando voces de odio y de guerra.
Diciendo asombrosamente que en Higuerote los ricos vivían en las “colinas” y los pobres en los lugares bajos que resultaron inundados. Que todo era culpa de la “burguesía” que tenía apartamentos desocupados, que había que invadirlos, allanarlos, ocuparlos, que fueran, pues, los afectados a “tomar por asalto” las propiedades de los ricachones.
Por una declaración más afortunada que esa han renunciado presidentes y ministros. Para sorpresa nuestra, Elías Jaua se encargó de aclarar tal disparate, pero en fin, algo calmó a los miles de propietarios de los apartamentos vacacionales en Higuerote y en toda Venezuela. Jaua ocupa hoy el papel de José Vicente Rangel como “enmendador oficial de los discursos del Presidente”.
Pero donde la cosa es grave, escandalosa, inexplicable, vergonzosa, es en materia económica. Todos los países de la OPEP, todos, toditos, no rojos, rojitos, crecieron económicamente en los años 2009 y 2010. Así que el cuento ese de que es un problema petrolero el que explica nuestra crisis es falso. Además, todos los países petroleros fuera de la OPEP crecieron en el bienio 2009-2010. Toda América, excepto Haití, creció; sólo Venezuela se hunde en su encierro comunistoide. El país de más alta inflación en 2010 y el segundo en 2009, y el primero de enero de 2011 se anunciará:
1) Devaluación de 50%.
2) IVA de 15%.
3) Débito bancario de 1,5%.
Señal de que estamos quebrados y de que no podemos pagar ni los salarios.
En mi criterio, razón suficiente para renunciar.
¿No lo creen?, pregúntenle a Zapatero que vive el caldo de ñame. Qué cosas.
Por: EDUARDO SEMTEI
esalvarado1000@yahoo.com
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EL NACIONAL
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