El puente El Dieguito, localizado en el sector La Ranita de la
carretera Morón-Coro, colapsó.

La crecida del río El Dieguito afectó las bases y
comenzó a inclinarse el miércoles en la tarde

“Cuando regresamos, a las siete de la noche, ya se había caído”, dijo Yadira Gómez, vecina de El Alto, comunidad ubicada justo al lado de la estructura.

El puente que conecta las poblaciones de Sanare y Yaracal fue construido de manera provisional en 2005, cuando las lluvias que cayeron en febrero de ese año se llevaron la pasarela original. El gobierno local decidió instalar un puente militar, con la promesa de construir uno permanente cuando se levantara el estado de emergencia. La obra nunca se concretó.

“Estamos cansados de que los puentes terminen dañados cada vez que llueve duro.

No sabemos qué hacen con los reales”, dijo Mario Córdoba, quien el sábado en la tarde cruzaba presuroso con su esposa por lo que quedó de pasarela.

Gustavo Márquez, director regional del Ministerio de Transporte, indicó que las reparaciones comenzarían el sábado y que a más tardar hoy estaría abierta la vía. Señaló que harán una extensión de nueve metros para anclar el puente.

Daniela Corrales relató su odisea desde Valencia: “Tomé un autobús hasta Tucacas; desde ahí, otro hasta Sanare; en ese punto, sólo mototaxis nos trasladan hasta el puente, y cobran entre 15 y 20 bolívares. Pasamos el puente a pie, asustados, y ahora tomamos un autobús hasta Coro. Esto es horrible”.

Jesús Vargas y su esposa hicieron el recorrido desde Caracas. El hombre tuvo que dejar su vehículo en Tucacas: “Ahora estoy preocupado por mi carro. Espero que arreglen rápido el puente porque estamos afectados”.

Vecinos añadieron que permanecen alerta ante las crecidas del río porque el agua se mete en las casas. Indicaron que muchas personas que viven en Yaracal quedaron varadas en Tucacas. “Mi sobrino está allá y prefiero que no venga hasta que arreglen esto.

Pero tiene que pagar posada y eso es un dineral”, dijo Matilde Restrepo.

Denunciaron que los transportistas están cobrando hasta dos y tres veces lo que corresponde.

El taxista Gonzalo Delgado, vecino de Yaracal, se quejó porque sin el puente prácticamente se queda sin empleo: “He perdido un dineral en los últimos días y no soy el único afectado. Vine con seis compañeros de trabajo para ver cómo están las obras y rogar que las terminen pronto. Estamos preocupados porque llegó diciembre y no tenemos dinero para nuestras familias”.

Por: ANDREA SMALL CARMONA
LLUVIAS | Noticias
EL NACIONAL