Juristas advierten que la lealtad política privó en depuración de listado
de candidatos y privará en la elección final.

“Antes esperaban órdenes de oídas;
ahora esperarán de rodillas”

Las fichas del Gobierno están cada vez más cerca de ingresar al Tribunal Supremo de Justicia y tienen un encargo: “Proteger al Presidente y al Gobierno de cualquier acción que se intente en su contra en el máximo tribunal”.

Es la opinión del ex magistrado de la Corte Primera en lo Contencioso Administrativo, Juan Carlos Apitz, quien sostuvo que después del martes, cuando la Asamblea elija a los nuevos magistrados, la vapuleada autonomía del Poder Judicial podría desaparecer casi por completo: “Si antes esperaban las órdenes de oídas, ahora las esperarán de rodillas”.

Para la magistrada de la Sala de Casación Blanca Rosa Mármol, el posible nombramiento de Isaías Rodríguez, ex vicepresidente de la República; Juan Mendoza, diputado del PSUV, y de Gladys Gutiérrez, procuradora general, entre otros, será negativo: “El nuevo TSJ llevará un signo fatal porque será el resultado de una elección basada en criterios políticos. Eso pinta un panorama muy oscuro para el Tribunal”.

Mala señal:

El Comité de Postulaciones Judiciales no dio a conocer el baremo con que midió las competencias de los candidatos, el puntaje acumulado por cada uno, ni explicó sus motivaciones para desechar 40 de las 41 impugnaciones recibidas. De los 313 nombres que el Poder Ciudadano entregó al Parlamento, 3 son jueces destituidos: Maikel Moreno, María La Riva y José Quijada. “Eso no da una buena señal en relación con el proceso de selección” afirmó Mármol.

Apitz concluye que la valoración de los aspirantes no se apegó a la Constitución: “Luisa Estella Morales fue destituida en dos oportunidades y ahora es presidenta del Tribunal Supremo. Esa contradicción evidencia que el criterio utilizado fue la lealtad al proceso que dirige el Presidente y no la ética ni la honorabilidad”.

El magistrado de la Corte de Apelaciones de Caracas Jesús Ollarves advirtió que el nuevo TSJ estará marcado por las motivaciones del Poder Ejecutivo y utilizará la administración de justicia para lograr los fines de la revolución. Entretanto, Elenis Rodríguez, vocera de Defensores de la Constitucionalidad, adelantó que de concretarse la elección de Isaías Rodríguez como magistrado objetarán el nombramiento ante la justicia interna y ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU y el Sistema Interamericano.

Por: MARU MORALES
Judicial | Política
EL NACIONAL