En su columna “Las Verdades de Miguel” de el viernes, Miguel Salazar escribe:
“EXILIADOS En la 900 South Miami Avenue, Suite 111, Miami, FL 33130, allá en el famoso comedero de pescados y mariscos conocido como The Oceanaire Seafood Room, en días pasados hubo un interesante encuentro que contó con la asistencia del banquero prófugo Nelson Mezerhane, dos de sus hijos, Patricia Poleo y directivos del periódico El Venezolano y unos gringos. ¿De qué hablaron? Por supuesto que Chávez (a quien sus adversarios le cuentan los días en el Gobierno) fue el plato principal de la conversa.”
Cuando se leen cosas como ésta, que a uno le constan de manera personal que no son ciertas, es que se pregunta si a periodistas como Miguel Salazar puede creérseles lo que publican.
En primer lugar, no conozco el lugar al que se refiere el señor Salazar. Jamás he estado allí. Por su columna me entero que es un “comedero de pescado famoso”, si es que aunque sea ésa parte del párrafo, es cierta. En segundo lugar, no me he encontrado, ni en ese momento ni en ningún otro con Nelson Mezerhane, ni con sus hijos, desde que salí al exilio el 9 de diciembre del año 2005. Pero además, está tan mal informado el señor Salazar, que no sabe que Nelson Mezerhane me tiene amenazada públicamente con una demanda por algo que escribí sobre la intervención del Banco Federal que por cierto terminó siendo cierto, a diferencia de las informaciones que publica Salazar.
En tercer lugar, jamás he tenido en esta ciudad, Miami Florida, encuentros de índole personal, mucho menos para compartir una comida, cosa que no hago sino con los amigos, con el señor Oswaldo Muñoz dueño del semanario El Venezolano, de quien me distancian serias diferencias de índole profesional. Tampoco con nadie de la directiva de esa publicación, que ni sé por quiénes está conformada.
Imagino que al escribir que además estaban “unos gringos”, Miguel Salazar hace su trabajo con el Régimen de abonar en el cuento ese de que ésta periodista participa en conspiraciones con el gobierno norteamericano, contra el régimen chavista.
De manera pues que Miguel Salazar le dedicó todo un párrafo (¡qué desperdicio de espacio y de papel!) a una mentira. Pero eso no es todo, concluye su columna con otra barbaridad:
“ENTREVISTA
Hace un poco más de 10 años entrevisté a Isa Dobles para la revista Auténtico. En esa oportunidad, para graficar el reportaje me facilitó, entre otras, la foto de uno de sus encuentros con Fidel Castro. La gráfica misteriosamente desapareció de mi escritorio. Isa se molestó muchísimo. Entretanto, en la redacción de Auténtico dos miembros de la redacción de El Nuevo País se habían mostrado muy interesadas en la foto de Isa y Castro. Ellas eran: Patricia Poleo e Ibeyise Pacheco.”
Otro párrafo utilizado para mentir. Por lo menos en lo que a mí respecta, una foto de Isa Dobles con Fidel Castro no es exactamente uno de los tesoros periodísticos que atesoraría, porque el tema es simplemente “fiambre” y ha sido tratado y rematado en miles de publicaciones periodísticas. Tampoco ese tipo de asuntos son los que me conciernen ni los que me han concernido en mis casi 30 años de carrera periodística. En cuanto a que haya sido Ibéyise Pacheco la que se quedó con la fotografía, también lo dudo, pues Ibéyise tiene el suficiente acceso a Isa, no sólo para que ésta le proporcionara la fotografía, sino para que Ibéyise fuese la autora de un libro con las confesiones de Isa sobre éste y otros temas. No veo a la colega Pacheco en la necesidad de “robarse” una foto.
Qué lamentable para un periodista que tenga que echar mano de datos falsos para llenar una columna que además ni siquiera es diaria, sino semanal. Eso es lo que marca Miguel Salazar, el ocaso en este oficio. Lástima. ¡Por tí, claro!
20 de noviembre 2010
Etiquetas: palangrista
Por: Patricia Poleo
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