Las lluvias descubren lo oculto
Si algo a dejado en carne viva este invierno -que ha caído en todo el territorio nacional-, es la situación endeble de nuestras infraestructuras; la falta de mantenimiento en puentes, vías, ríos, el deplorable estado de los desagües en ciudades y pueblos , además de la pobreza en que vive el venezolano en viviendas defectuosas construidas en sitios inapropiados: ¡ Esa es nuestra catástrofe, más que la intensidad de las lluvias!
Es un cuadro que describe una pobreza que no se puede seguir ocultando.¿Cómo se puede ocultar esa realidad, si es tan evidente? Usted puede llevar un mercal y un médico cubano a estos cinturones de miseria, pero la gente sigue viviendo en malas condiciones.
Por otra parte, la carencia de políticas continuas en materia de construcción descubre el fracaso de la acción del gobierno. Nadie quiere estar en los zapatos mojados del Presidente. Su gobierno ha sido uno de los peores en los últimos tiempos, para mostrar cifras positivas en la construcción de viviendas populares o de interés social. Y la revolución no ha logrado disminuir el crecimiento de la marginalidad y la pobreza en que vive la gente; así pinten las cifras y digan que ahora se vive mejor. Claro que el gobierno ha construido 200 viviendas aquí y 200 viviendas allá y las promociona a todo trapo por VTV, pero eso es insuficiente ante la necesidad que tiene la población, cuando la respuesta gubernamental debe multiplicarse para superar el déficit habitacional.
Es lógico ver la desesperación del gobierno a dos años de las elecciones presidenciales, en darle refugio a venezolanos que atraviesan por esa lamentable situación, pero es que la ineficacia del gobierno es monumental a la hora de estimular la construcción de viviendas y con darle refugio a 26 familias en Miraflores no hace nada. Así que el próximo gobierno que se instale en Venezuela debe traer una propuesta de acción mas ambiciosa que responda al caos con que no pudo Chávez en 14 años de mando.
En los últimos días –el gobierno-, se la ha pasado atacando a la iniciativa privada, obviando la inflación y la escasez de materia prima para culminar las obras. No se puede negar, que existan constructores inescrupulosos, pero el sistema de producción y distribución de cabillas, cemento, etc., es un desastre ante las necesidades del país y el gobierno parece que no sabe qué sucede en sus empresas. Recuerde estimado lector, que el dueño de las empresas manufactureras de cemento, cabillas, acero, es el Estado, entonces uno se pregunta ¿Qué pasa?
Igualmente, se debe acotar que la falta de planificación urbana se mantiene intacta. La solución a los problemas de vivienda es “inmediatista” y desconectada de un proyecto serio, científico, coordinado y con visión de futuro.
El presidente responde con una actitud populista en extremo y transmite una arbitraria posición de “cómo vaya viniendo vamos viendo”. Así no se puede salir del lamentable crecimiento de los cinturones de miseria que rodean las ciudades venezolanas.
LUIS ALFREDO RAPOZO
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
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