HomeMARIANELLA SALAZARFREDDY LEPAGE: 2012 »

FREDDY LEPAGE: 2012 »

 

Aquí y ahora: 2012

 

La inestabilidad del país se percibe a flor de piel.

No hay rincón donde no se exprese el malestar por el incumplimiento de las reiteradas e interminables promesas gubernamentales.

Los servicios no funcionan, la inseguridad personal continúa enseñoreada por doquier (nadie se siente protegido por las autoridades, en ninguna parte), el fracaso en la construcción de viviendas es inocultable y el chivo expiatorio son las constructoras privadas, el alto costo de la vida (el mayor del mundo) convierte en sal y agua los salarios mientras se estigmatiza a comerciantes e industriales, las industrias de Guayana fueron saqueadas sin piedad con el falso argumento de recuperarlas para el Estado, la producción doméstica está en caída libre y se expropian (confiscan) empresas productivas, los problemas de agua y electricidad continúan como si nada y, para colmo, el Metro de Caracas se ha convertido en gigantesco amasijo inoperante de hierro oxidado.

La salud, por el suelo, y se arremete contra las clínicas privadas; el transporte de pasajeros es un caos que obliga a los usuarios a levantarse a tempranas horas de la madrugada para llegar a tiempo a sus trabajos; las lluvias causan estragos por la improvisación y falta de previsión; en fin, el país se cae a pedazos y el teniente coronel sigue hablando de magnicidios para satanizar, simultáneamente, a la oposición y a los medios de comunicación, al fin y al cabo causantes (?) de que le gente se entere de lo que pasa.

El deterioro es ostensible hasta donde alcance la mirada. No hay hueso sano.

Las instituciones mediatizadas, reducidas a cumplir los designios del caudillo bolivariano. Hay militares que hablan impunemente de desconocer la voluntad popular si Chávez pierde las elecciones en 2012 (tiemblan de sólo pensar que pueden perder los privilegios y prebendas que detentan, por encima de un pueblo que sufre y padece los rigores de un proceso intencional de destrucción general). Directores de casas de bolsa intervenidas viajan, libremente, a Estados Unidos, a fin de extorsionar y chantajear a otros venezolanos ­prófugos de la justicia bolivariana­, sin que aquí les suceda nada. Miles de toneladas de alimentos (para los sectores populares) podridos, y no aparecen los culpables ni responsables de tal despropósito. Pdvsa opera en condiciones deplorables (emitiendo bonos de la deuda a diestra y siniestra), y se mantiene por obra y gracia de los altos precios del petróleo en el mercado internacional. El endeudamiento crece de manera sostenida para tratar de llenar las depauperadas y esquilmadas arcas nacionales; sin embargo, no hay dinero para pagar los aguinaldos de los trabajadores del Ejecutivo.

Ante este pandemonio, el Presidente se autoproclama desde ya (para que no quede la menor duda ni a ninguno de sus validos se le ocurra serrucharle el cargo) candidato presidencial en el año 2012. Eso sí, siempre bajo la premisa de que, si no gana, se desatará una guerra civil, porque ese mismo pueblo que, obviamente, no votó por él, se sublevaría para mantenerlo en el poder. Mayor galimatías, imposible… Se pone nervioso, irritable. No encuentra cómo escapar del laberinto del desorden y fiasco de su gestión de gobierno. Su verbo de encantador de serpientes se difumina. La flauta de Hamelín no suena. No existe justificación ni razón alguna para haber llegado a este estado de cosas…


FREDDY LEPAGE
freddylepage@cantv.net
@freddyjlepage
Política | Opinión
EL NACIONAL