Al Presidente de la República no le quedó más remedio que comprarle al sector privado 1.138 viviendas para paliar las necesidades de los damnificados por las lluvias en Caracas.

“En el capitalismo le niegan la
vivienda a los más pobres”

Se trata del reconocimiento de su propio fracaso como gobernante y de su incapacidad para resolver un problema tan primordial para los venezolanos. No es posible que un régimen que históricamente ha recibido más dinero por la venta del petróleo que todos los anteriores gobiernos reunidos, esté aceptando hoy sin la menor vergüenza que, 12 años después de su llegada al poder, carece de una política de viviendas para las clases más necesitadas.

Son 12 largos años de ineficiencia, corrupción e incapacidad para dotar a los venezolanos pobres de una casa o de un apartamento decente, bien construido y con buenos servicios, asentados en terrenos sólidos que eviten las tragedias que viven esos caraqueños por los derrumbes ocasionados por las lluvias. Y lo lamentable es que todos los años ocurre lo mismo sin que se tomen medidas para proteger estas barriadas.

A los damnificados se les traslada, por órdenes draconianas de la autoridad única de Caracas (en manos de la tal señora Faría, la misma mentirosa que iba a convertir el Güaire en un río de aguas limpias), a unos campamentos donde se les hace vivir en pésimas condiciones, en medio de ratas y alimañas de todo tipo, con graves deficiencias en el suministro de comida y asistencia médica, y sin apoyo de instrucción escolar alguna, como lo reportó ayer este diario.

De manera que cuando el Presidente se relame diciendo “estas casas son para los damnificados que han habido (sic) en los últimos días en Caracas” y que ellos “tendrán su vivienda porque el Gobierno socialista invertirá 258 millones de bolívares en la operación”, no hace sino confirmar que él nunca ha tenido en Caracas una verdadera política de viviendas, y que ante el rechazo electoral del 26 de septiembre se ve obligado a ocuparse de los caraqueños de los barrios.

El mandatario nacional dijo que “en el capitalismo le niegan la vivienda a los más pobres”, olvidando que en Cuba, luego de 50 años de comunismo, uno de los problemas endémicos es el de la falta de casas, un hecho que es reconocido en los más recientes informes oficiales del régimen cubano. Pero lo más paradójico del asunto es que el Presidente se queje del capitalismo y salga con la botija en la mano a comprarle viviendas a los constructores capitalistas. Vaya, vaya, así cualquiera gobierna en nombre del socialismo.

Lo peor es que han irrumpido en los moteles que quedan en la vía a El Junquito y prácticamente los han expropiado sin que medie acción judicial alguna. ¿Por qué el Presidente no manda a los damnificados a los círculos militares que hay en todo el país, con habitaciones confortables, piscinas, comedores, gimnasios y áreas verdes? ¿Por qué no se atreve? La FAN y el pueblo son lo mismo, el comandante dixit.

Por: Redacción
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EL NACIONAL