Nota(n)bene: Sordos al pueblo son

Largo tiempo pasó sin que pudiera escribir con alegría. Valió la pena esperar, confiando en que los hechos mismos darían paso a la mostración de las reservas cívicas, democráticas de la comunidad sucrense, que en nuestra historia ha hecho sentir su voz propia en momentos relevantes del afán de libertad.

Por confiar en ese alumbramiento, este 16 pude escribir la nota titulada “Sucre alumbra” y asegurar que “Ahora el cuadro es muy distinto. No sólo porque para la gente Chávez es cada día menos Dios, menos Bolívar, sino porque la oposición democrática va unida”.

Eso fue lo decisivo: la unidad que “ilumina el camino y no obliga al pensamiento único” pues “se trata de unidad democrática” para la que lo plural hace a la esencia y abre paso a la confluencia de fuerzas divergentes que coinciden en un objetivo común. En el caso de nuestra Venezuela ese objetivo es asegurar el respeto a la Constitución vigente que define a la nación venezolana como una democracia participativa y protagónica.

No marca ella exclusiones alimentadas por el odio visceral de quienes lo que ofrecen al pueblo sucrense y al venezolano todo, es el Mar de la Felicidad, en verdad mar de fracasos económicos, mar de pobreza y miseria, mar de ahogamiento de las libertades y los derechos humanos.

A proseguir generando ese odio que no es lucha social y la burla de la Constitución para imponer el tal socialismo SXXI, van a la Asamblea los diputados del PSUV, entre los que sobresalen 24 de 40 escogidos como “Los de Chávez”. Una especie que pregona, como si la Historia no existiese, que “al líder máximo no se le confronta”.

Con ello se aseguran pingües beneficios personales, pero no los del pueblo al que dicen defender mientras lo engañan (criogénico de Güiria, terminación de la Autopista, puerto de aguas profundas…). Con ello también aúpan la egolatría y agrandan el tumor del culto a la personalidad. Con amigos así, con partidarios así, nadie necesita de enemigos para perder la brújula y perderse.

Sus declaraciones del jueves 30 en este mismo diario, son de una ceguera y una soberbia mayúsculas. No aprenden. Aunque –como dijimos antes y es innegable- la constitución caracteriza al país como una democracia participativa, ellos le van a imponer ‘leyes socialistas’.

A la machimberra. A juro. Porque les da la gana. Porque quieren hundirnos en el Mar de la Felicidad. ¡Que se hundan ellos en el agua de las piscinas de sus mansiones playeras y dejen quieto a este país, dejen que se desarrolle en libertad!

Se niegan a la reconciliación, pues los demás venezolanos, los que pecamos al disentir de tan sabios y nobles prohombres, ejemplos de dignidad y probidad y moralidad y urbanidad y civilidad, etc., somos sencillamente “el enemigo”. “Los de Chávez” hablan como Chávez, no como el pueblo, incluso el que los eligió. Si los viera el Mariscal Sucre, grande hombre de gran condición humanista, no los creería paisanos suyos.

Lo que debe hacerse, en consecuencia, es prepararse para días más difíciles. Los próximos tres meses y los próximos dos años resultan vitales. Todo el tiempo y más debe dedicarse a reforzar la clave del triunfo, la Unidad.

Lo pide así el cumanés que este año, cansado de la falta de luz, exclamó el día de la Virgen del Valle “¡El 26 los vamos a alumbrar!”. La Unidad Democrática que permitió ganar en Sucre, abrirá las puertas a los libres en el 2012.

Por: Silvio Orta Cabrera
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