Todo indica que Chávez
no reasumiría el poder
■ La salida de Chávez tendría al interior del gobierno y del PSUV posibles batallas sucesorales.
La opacidad ha sido el signo del gobierno desde que accedió al poder. Siempre ha optado por la propaganda apabullante y no por la verdad informativa, por eso tomó para sí el más poderoso y enorme sistema de medios públicos e impidió que medios y periodistas independientes accedieran a las fuentes informativas oficiales. Para saber el creciente número de muertes violentas (21.000 al finalizar 2012) hay que ir a la morgue, porque el CICPC escamotea las cifras. Instituciones otrora respetables han devenido en apéndices de la propaganda oficial, como ocurre con el INE y, a pesar de sus excelentes técnicos, con el BCV, controlado políticamente por su presidente.
Donde el ocultamiento ha batido récords es con la enfermedad presidencial. A los venezolanos se nos ha violado el derecho a tener un parte médico que certifique el estado de salud del jefe de Estado. Varios han sido los capítulos de este drama: desde reconocer que padecía cáncer, a que poco después dijese “ya estoy curado”, milagro que atribuía al Cristo de la Grita” y a una pléyade de “dioses” y babalaos del sincretismo caribeño. La historia volvió a repetirse: “reincide el cáncer” pero, al poco, dice “estar curado”. Ahora se comprueba que no estaba curado y que por eso el CNE adelantó fraudulentamente la fecha de la elección presidencial. Razón tiene Diego Arria al decir que “el mandatario no le jugó limpio al pueblo venezolano” y el CNE, tampoco. Aún hoy existe opacidad: “6 horas duró la compleja operación”, “el posoperatorio de Chávez será duro y complejo”, a la par que Maduro pide “unidad del pueblo para afrontar escenarios difíciles”.
En efecto, son “escenarios difíciles”: La salida forzada de Chávez tendría al interior del gobierno y del PSUV posibles batallas sucesorales que ya son observables, y la unidad opositora podría resquebrajarse ante la salida de Chávez y los resultados de la elección de gobernadores de hoy. Moisés Naím fue premonitorio en su formidable artículo “Lo que Chávez hereda de Chávez” (El País 13-10-2012) al avizorar que, a pesar del nombramiento de Maduro como Vicepresidente y “sucesor”, los “otros aspirantes no acatarán sin reaccionar la decisión de ser excluidos. Saben que el patrón establecido por el propio Chávez ha sido que una vez que se llega al poder no hay que dejarlo”. La lectura de la arenga de Diosdado en su reunión con la FAN apunta en esa dirección.
El escenario económico y social legado por Chávez no es menos difícil que el político, tal como resume el agudo Naím: “la inflación más alta del mundo, la tasa de cambio y las reservas del país en caída libre: importaciones que, si bien han aumentado casi 5 veces desde 2003, no logran paliar el desabastecimiento crónico (alimentos, medicinas, etc.); producción petrolera declinando y la manufactura por los suelos: el endeudamiento desbocado -en 2007 no llegaba a $ 30 mil millones y hoy excede los $ 200.000 millones- y enorme conflictividad laboral azuzada por salarios deteriorados por la inflación. Las distorsiones (…) obligarán al presidente a tomar decisiones económicas más difíciles e impopulares que le han tocado desde que asumió el poder”.
Todo indica que Chávez no reasumiría el poder en enero y se teme que el gobierno no haga el fuerte ajuste que la devastada economía exige, pese al boom petrolero. El BCV ha vendido parte del oro de las reservas “no para garantizarle ganancias al BCV” -como dice Merentes- sino “para suplir la falta de recursos” como apunta el economista Francisco Faraco, quien sostiene que “la deuda interna sobrepasa Bs. 300 mil millones”. La crisis de flujo de caja de Pdvsa es tal, que el BCV acaba de prestarle Bs. 20 mil millones para el pago de aguinaldos de sus trabajadores. La asistencia financiera del BCV a Pdvsa alcanza ya a Bs. 124.700 millones. Al gobierno le urge devaluar para reducir la deuda interna y proveer de bolívares a Pdvsa. Unamos la crisis eléctrica, la quiebra de las empresas de Guayana, conflictividad laboral, importaciones crecientes a causa de la destrucción de la producción nacional, etc., y tendremos un escenario más que difícil.
Después de hablar de la grave recaída de Chávez, el Vicepresidente dijo agresivo: “La burguesía está pidiendo dólares… pero les daremos dolores”, como si Venezuela fuera su hacienda personal. Maduro parece no entender que no es la burguesía la que pide dólares, que es el país el que clama por soluciones: fuentes de trabajo; cese de la criminalidad; electricidad eficiente; vías transitables; hospitales con insumos, y escuelas educadoras de niños y jóvenes para la convivencia y el trabajo. Esos son los escenarios más difíciles para cuya solución es imprescindible entenderse.
PD: Hoy todo el mundo a votar por su candidato a gobernador.
Por: MARTA COLOMINA
Politica | Opinión
mcolomina@gmail.com
@colominaM
EL UNIVERSAL
domingo 16 de diciembre de 2012
Que falta de profesionalismo doñita, como es posible que usted no admita lo que hizo la oposición al país, un buen periodista reconoce que este gobierno ha sido el mejor inclusive del mundo, porque Chávez a nivel mundial es un líder y todos los pueblos del mundo quisiera tener un presidente como el nuestro, demos gracias a Dios por ser Chávez de Venezuela y por sacar al país del atolladero que lo tenían sus amigos oposicionistas de oficio que buscan es lucrarse como siempre lo hicieron, recuerde esto doña, que esta revolución se queda por siempre eso se lo aseguro