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Veja: Bolivia, la República de la cocaína



La publicación habla de encuentros de personalidades de gobierno con el capo brasileño Maximiliano Dorado Munhoz Filho.

“Narcovínculos” denunciados
por la revista brasileña Veja

 

Oposición exige al Gobierno aclarar “narcovínculos” .

Revista Veja reveló vínculos de Quintana con narco brasileño y Gobierno anuncia demanda.

Este país andino tenía en 2010 más de 31.000 hectáreas de cocales, un 22 % más que al llegar Morales al poder en 2006, de acuerdo con la misma fuente.

El Presidente de Bolivia, Evo Morales se enorgullece de incentivar las plantaciones de coca, materia prima de más de la mitad de la cocaína y crack consumidos en el Brasil, bajo el argumento de que sus hojas sirven para producir té y medicinas tradicionales.

Así empieza el reportaje de la revista Veja de Brasil:

La transcripción del reportaje titulado “La República de la cocaína” es la siguiente: “Apenas un tercio de la coca plantada en su país satisface dicha demanda. El resto abastece el narcotráfico, y como consecuencia, contribuye a corromper la vida de casi un millón de brasileros y de sus familias.

Ahora surgen evidencias de que la complicidad del Gobierno boliviano con el narcotráfico va más allá de una simple defensa de los intereses de los cocaleros o plantadores de coca.

Veja tuvo acceso a los informes producidos por una Unidad de Inteligencia de la Policía Boliviana, que revela entre otros hechos, una conexión directa entre el hombre de confianza de Evo Morales, Ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana, y un narcotraficante brasileño que actualmente cumple su pena en la penitenciaria de máxima seguridad de Catanduvas, en Paraná.

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Uno de los documentos, titulado Aprehensión de fugitivo internacional y firmado con el nombre encubierto “Carlos”, describe como los agentes bolivianos identificaron la casa del brasileño Maximiliano Dorado Munhoz Filho en el 2010. Max, como también se le conoce, y su banda poseían haciendas en Guajará-Mirim y en otras ocho ciudades de Rondonia, donde recogían la droga lanzada desde aviones bolivianos.

Mensualmente, la banda de Max recibía unos 500 kilos de cocaína que luego eran transportados a San Paulo y Río de Janeiro. El narcotraficante huyó de la cadena Urso Branco, en Rondonia en el 2001, y para entonces se sospechaba que estaba escondido en Bolivia. De hecho, tenía un inmueble en la calle Chiribital, esquina con Pachiuba, en un barrio noble de Santa Cruz de la Sierra.

El día 18 de noviembre de 2010 a las 2 de la tarde, los policías que vigilaban el inmueble presenciaron una cena extravagante. Quintana aparecía en compañía de Jéssica Jordan, de 28 años, famosa en su país por haber sido electa Miss Bolivia tan sólo 4 años antes. Ambos tenían por aquel entonces, puesto de confianza en organismos estatales. Quintana era el Director de la Agencia para el Desarrollo de las Macro Regiones y Zonas Fronterizas.

Dos meses antes, Jéssica fue nombrada por el Vicepresidente Álvaro García Linera como Directora Regional de Desarrollo del Estado del Beni, Departamento que comparte fronteras con Rondonia y por donde ingresa al Brasil buena parte de la droga boliviana. Quintana y Jéssica entraron en la casa de Max con las manos vacías y salieron 20 minutos después con dos maletines.

El contenido de los mismos es desconocido. Dos meses después del encuentro con los integrantes del gobierno de Morales, Max fue detenido en una operación conjunta de la policía federal brasileña y un grupo de miembros escogidos a dedo del servicio de inteligencia boliviana llevado al Brasil. Por otro lado, Quintana fue nombrado por Evo Morales al año siguiente como Ministro de la Presidencia, el equivalente a la casa civil brasileña, puesto que él ya había ocupado del 2006 al 2009.

El relato del agente Carlos acerca del encuentro entre los miembros del Gobierno y el narcotraficante brasileño forman parte de una serie de documentos filtrados a la prensa boliviana y norteamericana por un político del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Morales. Para el autor de dicha entrega de información, el Gobierno no ha cumplido con su promesa de mejorar la vida ni de los pobres, ni de los indígenas de Bolivia. Evo Morales triunfó en dos elecciones presidenciales promocionándose como un candidato defensor de los indígenas. Sin embargo, la mayoría de ellos están insatisfechos. Desde que Morales tomó posesión de la presidencia hubo un aumento del 22% de la superficie dedicada al cultivo de coca en el país.

A diferencia de Colombia, que en los años 80׳s cultivaba y refinaba el 90% de la cocaína consumida en el mundo y ahora combate a los carteles y reduce su producción; Bolivia y Perú han aumentado su participación en ese mercado y hoy proveen la mitad de las drogas derivadas de las hojas de coca. Fábricas de cocaína que hasta el momento no existían en Bolivia, comenzaron a aparecer por centenares, y hoy operan en el país cárteles colombianos, mexicanos y el PCC brasileño. Al ver el crecimiento del crimen organizado y las puertas de la política cerradas para sus representantes, los indígenas y los sindicalistas han pasado a criticar abiertamente a Morales.

Quintana fue militar, araponga entrenado por los norteamericanos y asesor del Ministro de Defensa del presidente Hugo Banzer (1997 – 2001). Además, es autor de las declaraciones más antiamericanas del gobierno de Morales. A él se le atribuye la sugerencia, acatada por Morales, de expulsar del país a los agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA), órgano americano que financiaba la gasolina y parte del salario de los policías bolivianos dedicados a la lucha contra el narcotráfico.

“Los esfuerzos que hace nuestro amigo y hermano Evo para erradicar la corrupción caen en saco roto y eso puede ser utilizado por la oposición para manchar su honra” explica un policía encubierto, apodado Confucio.

La versión original y completa de este reportaje lo encuentra en: www.edsonsombra.com.br/post/a-republica-da-cocaina 

La revista denuncia vínculos del Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana y Jessica Jordan con el narco brasileño Maximiliano Dorado que fue extraditado por Bolivia a Brasil.

 
Bolivia demandará a revista brasileña Veja:

Bolivia entablará una demanda a la revista brasileña Veja para que demuestre los sustentos de un artículo, publicado en su última edición, en que acusó a dos altos funcionarios de su Gobierno de sostener vínculos con narcotraficantes brasileños, anunció el domingo la Ministra de Comunicación, Amanda Dávila.

“El Gobierno anunció su decisión de enjuiciar a la revista Veja para que demuestre las afirmaciones contenidas en un artículo que consideramos infamantes contra autoridades de Gobierno”, afirmó.

La revista, que vinculó al Presidente de Brasil, Inacio Lula Da Silva (2000-2010), con las irregulares Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el narcotráfico, publicó un artículo en que involucra al Ministro de la Presidencia boliviana, Juan Ramón Quintana, y a la Directora de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF) en Beni, Jessica Jordan, con un convicto narcotraficante brasileño Maximiliano Dorado Munhoz Filho.

El Gobierno del Presidente Evo Morales radicará un proceso judicial para que Veja, una publicación quincenal sensacionalista y vinculada a grupos conservadores de Brasil, demuestre las pruebas que le llevaron a vincular a Quintana y Jordan con el narcotráfico en Brasil, apuntó Dávila.

Con un tiraje mayor a un millón de ejemplares, Veja, que en 2006, tras la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos, publicó en tapa, bajo el rótulo de ׳Boca de Pozo׳ y una clara connotación de mofa personal, una fotografía de primer plano del entonces Ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, en alusión a sus facciones, ha debido enfrentar, por la tónica de su invariable línea editorial, una serie de procesos judiciales en el ámbito de la justicia brasileña e internacional.

El artículo de Veja (vea, en portugués) intitulado ׳La República de la cocaína׳, dice basar su versión en un informe presunto de la “׳unidad de inteligencia de la Policía boliviana׳”.

Secretos del Narco-Estado:

La prestigiosa revista brasileña Veja acaba de revelar presuntos vínculos entre el “hombre fuerte” del gobierno de Evo Morales, el ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana, y el narcotraficante Maximiliano Dorado.

La contundente investigación periodística señala que, de acuerdo a un informe de inteligencia de la policía boliviana, el 18 de noviembre de 2010 Quintana (por entonces director de la agencia estatal de fronteras ADEMAF) y Jessica Jordan (directora regional de desarrollo en El Beni) acudieron al domicilio de “Max” Dorado en Santa Cruz de la Sierra, a donde “entraron con las manos vacías y salieron 20 minutos después con dos maletines”.

Según lo divulgado por Veja, el informe de inteligencia explica que la agencia dirigida por Quintana controlaba las fronteras con el estado brasileño de Rondonia, donde Dorado poseía una decena de haciendas en las que sus secuaces recogían paquetes de cocaína lanzados desde avionetas bolivianas.

Actualmente, el narcotraficante cumple pena de prisión en el penal de máxima seguridad de Catandivas, en Paraná, tras ser capturado en territorio boliviano por efectivos de la fuerza antinarcóticos del Brasil.

“Han surgido evidencias de que la complicidad del gobierno boliviano con el narcotráfico va más allá de una simple defensa de los intereses de los cocaleros”, dice Veja, en una frase lapidaria.

La publicación también indica que a Quintana “se le atribuye la sugerencia, acatada por Morales, de expulsar del país a los agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA)”.

¿Comienza a entreverse la clave del amplio poder de un funcionario que no posee bases políticas propias?

Además, el artículo comenta el supuesto lazo que existió entre el fallecido Raúl García, padre del vicepresidente, con cárteles colombianos, a los que habría ayudado flexibilizando los controles en la Aduana del Aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz.

“Narcotraficantes colombianos que aseguran haberle dado un apartamento en Santa Cruz al padre del vicepresidente a cambio de protección para que despeguen determinados aviones, dicen tener pruebas de esto”, afirma la nota.

Pero Veja también apunta más alto en la cadena jerárquica, agregando que el informe fue realizado por agentes “sorprendidos ante la incapacidad del presidente de percibir la podredumbre de su entorno”.

¿Estamos ante la punta del iceberg y los secretos del Narco-Estado comienzan a salir a la luz pública?

¿Veremos a varias autoridades del actual gobierno ponerse un traje naranja, como ya le tocó al general Sanabria en Miami?


Por: Redacción
Politica | Opinión
Judicial | Narcotrafico
LUNES 09 DE JULIO DE 2012





1 COMMENT

  1. No es una agresión al pueblo boliviano, la agresión la vienen cometiendo los fascistas que actualmente gobiernan el país, ni qué decir de las fechorías de Evo Morales antes de ser Presidente de este infortunado país. La reacción lógica y sensata es investigar de una manera clara y transparente, la aceptación de la culpabilidad implica amenazar y ponerse a la defensiva (los más hormonales) y mantener el silencio (los más cerebrales).

    Evo el cocalero y su conflicto de intereses, el incremento de la delincuencia en países vecinos tiene directa relación con el Chapare y su negocio, todos los días se producen muertes por causa de la delincuencia, la mayoría están bajo efecto de la cocaína (por eso son tan violentos, sino miren los ojos de Ramón Quintana ó a las personas que cercaron Santa Cruz levantando fusiles), cuando te gobiernan traficantes y cocainómanos……….que podemos esperar.

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