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MARÍA RIVAS: “Se perdió el poder de la moral”



Un estribillo para la revolución: ­¡Venezolano, ama y respeta a tu hermano!

No soy nudista, pero me gusta bañarme
sin ropa alguna en Boca de Uchire

 

–¿En qué son anda el país? ­

-En un reguetón con anarquía. 

–¿Dónde están los cantantes de protesta? ­

-Se perdió el poder de la moral. Hay que rescatarla. La seducción sin moral es corrupción. Estamos narcotelenovelados. 

–¿Cuál instrumento desafina en la orquesta que ostenta el poder? ­

-Todos, y es triste porque somos el país de las orquestas. 

–¿Una melodía para el bicentenario? ­

-“Y el vil egoísmo que otra vez triunfó”. Tenemos que afirmar algo negativo. 

–¿Apátrida? ­

-Me lo han dicho, pero la patria se hace amando a la patria. 

–¿Cantaría en el balcón del pueblo? 

-­¡Me encantaría! 

–¿El ritmo más sabroso? 

-­La sambinha. 

–¿Cómo sobrevive un músico en Venezuela? ­

-Con la fe. 

–¿De no ser cantante? ­

-Soy más pintora que cantante, pero el destino decidió otra cosa. 

–¿El manduco de su vida? ­

-Jesucristo. 

–¿Cristiana contestataria? ­

-Cristiana que lee a Buda y a Confucio. 

–¿Se envanece? ­

-Cuando pierdo la dimensión de los egos. 

–¿Cómo los aquieta? ­

-Aquietando a ese caballo, a la bestia que llevamos por dentro, relajándome, bajando la tensión. 

–¿Se transporta? ­

-A las pléromas del gozo, en comunión con Dios. 

–¿Comulga con la política? 

-­Mi eslogan es que el venezolano no debe creer en el canto del político, sino en el del artista. Somos juglares. 

–¿Juglares en la violencia citadina? ­

-Pero con un toque de malandrería; para proteger la integridad hay que minimalizarse con el ambiente. 

–¿El público ideal? ­

-El que acepta al artista. No es fácil. 

–¿El color de sus melodías? 

-­El amarillo, el azul y el rojo, pero no por la bandera sino porque son los colores primarios. 

–Y cuando canta, ¿pinta? ­

-Y cuando pinto escucho mi música, metafísicamente. 

–¿De allí el estilo Picasso en sus cuadros? ­

-También soy autodidacta en la música. Aldemaro Romero me decía que no la estudiara porque mi intuición era muy nueva. 

–¿Una frustración? ­

No haber continuado con mis saltos ornamentales en la UCV y el surfeo en playa Los Cocos, incluido el hidrotubo. 

–¿Un complejo? ­

-Las pecas… Por esos fines de semana en Playa Colorada. 

–¿Una intensidad? ­

-Una de mis canciones que dice que la vida devora. 

–¿Un temor? ­

-Un santo temor: perder la gracia de Dios. 

–¿Se ha sentido discriminada por su blonda apariencia? 

-­¡Ufff!… Es un resentimiento social, emocional y racial. 

–¿La han mandado con su música a otra parte? ­

-Cuando me atreví a cantar frente a la musa que inspiró mi protesta: un presidente de la República. 

–¿Lo ha hecho usted? ­

-A los que no merecen ser inspiración. 

–¿Su referencia musical? ­

-Aparte de Aldemaro, los creadores de los sesenta, setenta y ochenta. 

–¿Feminista? 

-­Sí, mujer con la cuaima contenida. No es fácil. 

–¿Qué perdió la mujer con el feminismo? 

­-A veces, la feminidad; el velo y el fondo. 

–Y el hombre, ¿qué dejó de ostentar? ­

-El romanticismo. 

–¿Una locura en el escenario? 

-­Bendecir arrodillada en pleno espectáculo. 

–¿Y cuándo impartía clases de yoga en la cárcel de mujeres? 

­Unas lesbianas vestidas de hombre que al principio se pusieron difíciles y al final de la sesión fueron las más conmovidas por el amor de Cristo. 

–¿El que pregona el Presidente? 

-­El de Jesús es incondicional, no se envanece. 

–¿Su nota personal? ­

-Sol. 

–¿Su referencia musical universal? ­

-Los pájaros. 

–¿Un lugar de inspiración? ­

-El Ávila. 

–De ser animal… 

-Cantaría como un arrendajo. 

–¿Perro o gato? ­

-Los dos. Tengo cuatro “cacri”. 

Y soy felina. 

–¿La ovación inolvidable? ­

-La primera vez que me presenté en el Teresa Carreño. 

–¿Compondría un repertorio socialista? ­

-Mi repertorio es socialista cristiano. 

–¿Y el socialismo del siglo XXI? 

-­¡Paso! 

–¿Izquierda o derecha? ­

-Soy zurda y busco el punto medio. 

–¿Quiso ser monja? ­

-Todavía quiero, pero misionera… Quizás al final de mi vida. 

–¿Nudista? 

-­No, pero me gusta bañarme desnuda en Boca de Uchire. 

–¿Un revolucionario de la canción? ­

-Alí Primera. 

–¿A cuál mandatario le cantaría? ­

-A mi presidente virtual: Renny Ottolina. 

–¿Una nostalgia musical? ­

-Aldemaro Romero. 

–¿Su canción candela? ­

-“Miseria”. 

–Venezuela es un concierto de… 

-­Claros y oscuros. 

–¿Un estribillo para la revolución?

 ­¡Venezolano, ama y respeta a tu hermano! ­

–¿Otro para la Unidad Democrática? ­

-¡El egoísmo, hermano, mata! 

–¿Su primer recuerdo musical? ­”

-De Conde a Principal”, el profesor Calcaño. Lloro cuando pienso en las Torres de El Silencio. Ahora hay una cultura de lo feo. Una vaina loca. 

–¿Una melodía para sobrellevar la fealdad loca? ­

Una tonada de Simón Díaz. 

–¿Podría arreglar esto un arreglista musical? 

-­¡Lo haría mejor! La orquestación es un grupo de interconexión entre la diversidad ordenada. 

–¿Conciliaría con su melodía? ­

-Educaría a través de ella, para conmover el corazón, el pensamiento y el cuerpo. 

-¿Qué cantará en la mañana del 7-0? ­”

-El canto de la naturaleza”, de san Francisco de Asís. 

–¿Qué pasaría en Venezuela si regularan la música de protesta? ­

-Ya lo hacen. Por eso, como dice Shakespeare, los verdaderos artistas son espías de Dios. 

* MARÍA RIVAS, CANTANTE


Por: JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
jolguerr@gmail.com
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EL NACIONAL
DOMINGO 03 DE JUNIO DE 2012