Capriles inscribió su candidatura
acompañado por su familia
■ El discurso del candidato se enfocó en la unión del país.
■ “El flaco” corrió toda Caracas para construir un país unido.
■ Simpatizantes colmaron la plaza Diego Ibarra y la GN acordonó la zona.
■ Luego del discurso, el candidato de la oposición entró en el CNE ataviado con una guayabera tricolor.
■ No hubo confrontación durante el recorrido para la postulación de Henrique Capriles Radonski. Bolívar observó con atención.
Henrique Capriles Radonski no caminó los 10,4 kilómetros que hay desde Parque del Este hasta el Consejo Nacional Electoral, donde inscribió ayer su candidatura presidencial. Los corrió. Atravesó la multitud que llenó Caracas de este a oeste a paso veloz: le tomó una hora y cincuenta minutos, dio más de 12.000 pasos y quemó cerca de 700 calorías, de acuerdo con la información arrojada por un dispositivo deportivo que se utilizó en el mismo trayecto, a la misma velocidad.
“No lo pude agarrar ni nada, pero por lo menos corrí un rato al lado de él”, dijo una mujer visiblemente emocionada por su hazaña desde la avenida Lecuna, donde se le pegó a Capriles apenas vio a la gente desesperada a su alrededor que trataba, por lo menos, de tocarlo.
La determinación en el rápido andar del candidato tenía un único objetivo: “Hoy venimos a firmar un compromiso y nuestro compromiso se llama Venezuela. Hoy estoy aquí por mandato de nuestro pueblo y el 7 de octubre seré presidente de Venezuela”, dijo durante el discurso que dio ante una abarrotada Plaza Caracas.
Más que Henrique, Capriles o Radonski, el candidato era llamado “el flaco”. “¡Ay! Pobrecito mi flaco, me lo van a espaturrar ahí”, comentó una mujer de 80 años de edad aproximadamente que en una mano sostenía un sándwich mordido y con la otra apuntaba al candidato al pasar.
“El flaquito” fue presentado por su ex novia, Erika de la Vega, quien lo llamó “el próximo presidente de Venezuela”. En respuesta Capriles le agarró la cara con ambas manos y le besó la mejilla, lo que hizo que la multitud estallara en gritos. Detrás de la tarima, el busto del Libertador de la Plaza Caracas parecía mirarlo todo con atención.El apodo también resultó rentable, ya que por la avenida Francisco Solano había vendedores de camisas que decían: “El flaco Presidente”.
Al pasar, algunas personas gritaban: “El flaco lo tiene loco”.
Capriles se atrevió a decir que 1 millón de personas marcharon. Aseguró que quiere ser el presidente de todos los venezolanos: “Capriles va a unir a Venezuela. Yo también quiero ser el presidente de los rojos y voy a ser el presidente de los rojos”, dijo.
La imagen del Gobierno se hizo presente con vallas del presidente Hugo Chávez, generalmente junto a algún edificio de viviendas recién construido. La gente se asomaba en las ventanas para ver pasar a la multitud. La diferencia entre ambos grupos: la ideología. La similitud: las sonrisas. La confrontación ni caminó ni se asomó.
“No quiero más peleas en Venezuela. Quiero la unión de todos. Necesito de todos para construir el país que queremos”, señaló y luego volteó hacia un edificio en el que viven unos damnificados y les prometió que gobernará para ellos: “Dios me los bendiga”.
Junto al hotel ABC de la avenida Lecuna, una mujer veía con su hijo pasar a la gente con una sonrisa, pero resguardados detrás de la reja protectora de su casa. En la pared, pintada con spray, la frase: “Aquí estamos con Chávez”. Su hijo, luego de que el candidato pasara, le pidió verlo. Ella sonrió, le tocó la cabeza y abrió la reja.
Capriles le habló también a los padres: “Quiero que le digan a sus hijos: `Hijo, con Capriles se acabará la división entre chavistas y escuálidos porque no hay dos Venezuela, hay una sola. Hoy damos un paso más para la victoria del 7 de octubre. Venezuela, estoy a tu servicio”.
Un grupo de simpatizantes de la oposición se concentró frente a la plaza Diego Ibarra, al no poder estar en la Plaza Caracas que estaba llena en su totalidad. Aunque los seguidores no contaban con permiso para estar en la zona -que estaba acordonada-, la Guardia Nacional los dejó reunirse sin que se suscitara ninguna situación irregular.
Gritaron consignas y cantaron el Himno Nacional bajo un inclemente sol. No se retiraron hasta obtener un saludo del candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, que se produjo una hora y media después.
Señal interna:
A pesar de que el Consejo Nacional Electoral dispuso de nueve televisores y ocho cornetas en la carpa habilitada para el proceso de postulaciones, Mónica Radonski de Capriles observó el discurso de su hijo desde el televisor utilizado por el equipo de microondas de Globovisión para monitorear la transmisión en vivo. ¿La razón? Los plasmas sólo tenían la señal interna del Poder Electoral.
“¡Ay me hubiesen avisado antes, me perdí una parte!”, exclamó, mientras el candidato a la Presidencia se dirigía a la multitud.
La familia de Capriles estuvo en la primera fila de las sillas colocadas por el equipo de protocolo del ente, frente a la entrada principal. Su hermano mayor, Andrés, sus primos y madrina lo acompañaron al igual que sus padres. En las otras 3 hileras se colocaron los voceros de los 33 partidos que inscribieron su nombre para las elecciones del 7 de octubre.
Los gobernadores del Zulia, Pablo Pérez; de Carabobo, Henrique Salas Feo; Táchira, César Pérez Vivas; Lara, Henri Falcón; Nueva Esparta, Morel Rodríguez y el alcalde mayor, Antonio Ledezma, llegaron al mediodía. También estuvieron presentes los diputados Alfonso Marquina, Ismael García, Juan Carlos Caldera; los aspirantes a gobernadores de Vargas y Yaracuy, José Manuel Olivares y Biaggio Pilleri, además de Liliana Hernández, dirigente de UNT, que no dejaban de relatar la impresión por la cantidad de personas que vieron en las calles.
10 minutos:
Luego de la alocución el candidato opositor Henrique Capriles entró en el organismo ataviado con una camisa estilo guayabera con los colores del tricolor nacional. Durante el acto protocolar, de 10 minutos de duración, cada agrupación política consignó los documentos establecidos en la Ley Orgánica del Sufragio, entre los que se encuentran la copia de la declaración jurada de patrimonio, el proyecto de gobierno, la carta de aceptación del candidato ante los integrantes de la comisión de postulaciones y los cinco rectores del CNE.
A pocos minutos de que terminara la ceremonia, el abanderado de la MUD se dirigió a los directivos del CNE. Conversó algunos minutos con la presidenta de la institución, Tibisay Lucena. Ella apuntó a decirle “suerte”, mientras le estrechaba la mano.
POR: ALEX VÁSQUEZ S.
alvasquez@el-nacional.com
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LUNES 11 DE JUNIO DE 2012