La “comunidad” apoya a la
mega-banda de “El Picure”
■ Las autoridades del Grupo Anti-extorsión y Secuestros de la Guardia Nacional de Guárico (GAES), lanzaron una alerta en su más reciente informe, en el que advirtieron que algunos de los integrantes de la banda de “El Picure” se encuentran refugiados en la parroquia La Vega, en Caracas.
[L]a información está registrada en un documento con fecha del 2 de mayo de 2015, que contiene un resumen de todas las bandas que operan en el estado Guárico y que está firmado por el teniente coronel Wolmar Guevara Sotillo.
Sobre la banda de “El Picure” se han escrito varios episodios, pues es una de las organizaciones delictivas más peligrosas que hay en el país, por la capacidad de fuego. Estos delincuentes han ganado territorio en los estados centrales del país y se dedican principalmente a secuestrar, extorsionar y asesinar a comerciantes de los estados Guárico, Aragua y el sur de Anzoátegui.
La advertencia que hacen las autoridades es que si se permite que este grupo delictivo tome fuerza en la capital del país, se incrementen drásticamente los índices de homicidios, secuestros y extorsiones en diversas zonas de la ciudad.
La última vez que “El Picure” apareció en los titulares de la prensa venezolana fue en enero de 2015, cuando comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas y la Dirección de Contrainteligencia Militar los sorprendieron en la avenida principal de Boca de Uchire y después de un tiroteo que se prolongó por varias horas, las autoridades lograron ultimar a Anderson Andrés Solórzano Parra, alias “El Morroco” y uno de los más cercanos a “El Picure”; Duindi Eusebio Palma Ascanio, también lugarteniente del líder de la banda; Carlos José Rojas Perdomo, Eduardo José Solórzano, Alexander Ramón Torres, Layoner Berguer Delgado Parra, Ricardo Antonio Bejarano Casanova y Jerry Manuel Zurita Rengifo.
Después de este episodio en el que la banda perdió a ocho de sus miembros, se dispersaron y mientras algunos se quedaron en Guárico, otros huyeron hacia Caracas y se asentaron en la populosa parroquia de La Vega, según el documento oficial.
Reorganización:
Seguramente a nadie le suena el nombre de José Antonio Tovar Colina, pero esa es la verdadera identidad de “El Picure”. Su carrera delictiva comenzó cuando apenas era un adolescente, en 2006, cuando se iniciaron las obras del Sistema Ferroviario Nacional que supuestamente atravesaría Monagas, Anzoátegui, Guárico, Barinas, Cojedes y Portuguesa.
En el marco de estas obras de construcción se fueron organizando las mafias sindicales, que poco a poco tomaron poder y se convirtieron en grupos delictivos. De allí surge la banda de “El Picure”, quienes rápidamente comenzaron a ganar prestigio y poder en la región, debido a sus actos delictivos, pues mediante el cobro de vacuna a comerciantes y ganaderos comenzaron a amasar grandes cantidades de dinero, con las que obtuvieron armas de fuego cada vez más potentes.
De acuerdo con las diversas informaciones que han podido registrar tanto el Cicpc, como la Guardia Nacional, en alguna oportunidad la banda estuvo integrada por hasta 30 personas, pero han perdido gran parte de sus miembros en medio de enfrentamientos con las autoridades y con otros grupos armados.
La base de operaciones de esta banda está ubicada en los sectores de Concha de Mango, Los Rosales y el barrio Bicentenario, en la población de El Sombrero, en Guárico. De acuerdo con el informe oficial, el principal problema para combatir a la mafia de “El Picure” es que la comunidad los apoya, pues se beneficia de las actividades ilícitas que cometen, con recursos económicos.
El golpe más duro que las autoridades de los distintos organismos de seguridad le han dado a este grupo delictivo fue en diciembre de 2013, cuando en una operación conjunta del Cicpc, Comando Rural de la GNB y el Sebin tomaron el sector Concha de Mango, y después de más de 10 horas de enfrentamiento, lograron ultimar a ocho de los miembros de esta megabanda.
En aquel evento la policía ultimó a José Gregorio Campos, alias “El Goyito”; José Bernardino Galindo, “El Tucusito”; Maikel Solórzano, “El Maikel”; Betzabeth Aponte y Mileidis Belisario, y otros dos integrantes que quedaron identificados como “El Mono” y “El Monito”.
En medio de ese enfrentamiento la banda asesinó al funcionario José Manuel Fernández Vegas, de 21 años, quien pertenecía a la Brigada de Acciones Especiales del Cicpc, y otros nueve uniformados resultaron heridos.
Ramificaciones:
El informe presentado ante los superiores del GAES Guárico dan cuenta de que además de trasladarse a Caracas, tienen conocimiento de que alguno de los integrantes de la banda de “El Picure”, se han instalado en otras poblaciones como Camatagua, El Sombrero, Barbacoas, Altagracia de Orituco y hasta en Charallave, estado Miranda.
Dentro de los organismos de seguridad, quienes han seguido la pista de esta mega banda, han determinado que para ejecutar a sus víctimas, prefieren hacer múltiples disparos en el rostro y que poseen armas de fuego de las más potentes, como FAL, R15, AK-103, granadas y escopetas de distintos calibres.
En el informe elaborado por el GAES se señala que parte del armamento que poseen ha sido sustraído de dependencias o unidades militares y robos a funcionarios policiales. “Mantienen un constante y estricto sistema de vigilancia, principalmente en sus áreas de asentamiento, en donde han colocado en las entradas de sus sectores a niños y jóvenes, encargados de dar aviso en caso de entrar algún vehículo o persona ajena en su área, lo que les da tiempo para efectuar las acciones necesarias para abordarlos y cobrarles por el libre tránsito, enfrentar o emprender la huida, cuando se trata de la llegada de alguna comisión policial”, dice el texto oficial.
La última arremetida de la banda de “El picure”, que cobró una importante cantidad de víctimas, ocurrió en noviembre de 2014, en la finca San Juan de Dios, ubicada entre el Caserío Memo y Altagracia de Orituco.
En esa oportunidad el grupo delictivo mató a 11 personas, de los cuales nueve eran integrantes de otra banda de la zona, conocida como la banda de “El Juvenal” y los otros dos eran empleados de la finca. “El Picure” los sorprendió cuando supuestamente intentaban extorsionar a los propietarios de la finca, a nombre de él y su grupo delictivo.
Posterior al hecho, las comisiones del Cicpc volvieron a tomar toda la población de El Sombrero y Altagracia de Orituco, para tratar de dar con el paradero de los delincuentes, pero una vez más, lograron huir de la zona.
Por: Thabata Molina
@Thabatica
Redacción/R24
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Caracas, jueves, 27 de febrero de 2015
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