Está próximo 5 de Julio, fecha que marca
el bicentenario de la Independencia
Como muchos otros países del continente, Venezuela también cumple 200 años de vida independiente. En nuestro caso, y hasta el momento, la fecha parece haber sido secuestrada por la propaganda oficial. Más allá de un logotipo que enmarca toda la exuberante iconografía del Gobierno y unos muchachitos que protagonizan una serie de aleccionadores y afectados mensajes patrios, la cosa no parece ir más allá.
Las crónicas del 5 de Julio de 1911, fecha del centenario, hablan de festejos populares al estilo de las fiestas patronales propias de cada región y, aun cuando el régimen de Juan Vicente Gómez hizo de la fecha una celebración con fuerte tinte castrense, puede que ese primer centenario no haya sido secuestrado por el Gobierno de turno como sí lo ha sido este segundo.Más allá de la utilización o no de las fechas patrias y del significado que ella adquiere en los tiempos que toca vivir a cada generación, para el caso de América Latina en general y el de Venezuela en particular, cada 5 de Julio o 19 de Abril (si tomamos en cuenta que en nuestro país tenemos dos fechas de independencia), la pregunta debería ser la misma: qué tan lejos o qué tan cerca estamos de nuestra verdadera soberanía.
La palabra soberanía, necesariamente vinculada a la de Independencia, debe ser explicada dado su manoseo en los tiempos que corren. Soberanía significa irrevocabilidad de las decisiones tomadas por instancia diferente de quien la tomó. En el contexto de la soberanía política, que es la que propiamente se celebra en este año bicentenario, se trata de la irrevocabilidad de las decisiones del Estado, salvo que sea por él mismo, es decir, ningún otro Estado puede contravenir las decisiones del Estado venezolano. Obviamente, para los ciudadanos el principio de soberanía del Estado también les afecta. Las decisiones soberanas del Estado que puedan afectarles negativamente no pueden ser desacatadas ni revocadas sino por el propio Estado, de allí la importancia de la división de poderes y el Estado de Derecho, pero esto es harina de otro artículo.Alcanzada, entonces, la soberanía política, por la generación de los padres de la patria, el reto de esta generación, y de las anteriores, implica conquistar lo que muchos proyectos políticos y líderes de estos 200 años llamaron la segunda independencia de Venezuela, o lo que es lo mismo, el logro del desarrollo.
En un mundo interdependiente, como el moderno y actual, pensar en la independencia económica como una suerte de autarquía donde no necesitamos de ninguna otra economía para satisfacer nuestras necesidades es poco menos que ridículo.
De lo que se trata es de superar nuestra dependencia del subdesarrollo, lo que en Venezuela tiene un solo indicador, a saber, el grado de dependencia de nuestra economía del ingreso petrolero.
A este respecto, el saldo no puede ser menos favorable. Desde el año 2004 al presente la economía venezolana se ha vuelto cerrada a las exportaciones y dependiente de las importaciones. Nuestra vulnerabilidad existencial frente a factores que no dominamos como es el movimiento de la demanda mundial de petróleo nos ha hecho esclavos de un sistema económico mundial del cual, y para colmo, denigramos. Debe ser por ello que el bicentenario de la Independencia lo celebra más el Estado que el pueblo. Contrariamente, nosotros estamos más cerca de cumplir los primeros 100 años, pero de dependencia petrolera.
Por: LUIS PEDRO ESPAÑA N.
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